Tuve problemas de salud, fiebres constantes, dolor de cuerpo, sudoraciones nocturnas y tuve que dejar mi trabajo por lo mismo.
Actualmente llevo más de 4 meses tomando el tratamiento, pero a veces siento miedo de que mi vida haya terminado aquí. Siento que ya no soy la misma persona después del diagnóstico, he dejado de dar sentido a muchas cosas, a soñar, a conocer lugares, a salir con los amigos. Me aislé mucho.
Mi familia me ha apoyado mucho, pero también me angustio pensando en que mi vida se acorta.
La psicóloga de mi clínica me dice que siguiendo el tratamiento ya nadie se muere de esto, pero también creo que debemos agradecer a Dios que hay medicamentos para controlarlo en cambio antes la gente moría sin ninguna esperanza.
En cuanto a los medicamentos los he asimilado bien algunos mareos y sueños vividos con uno de los medicamentos, que han ido disminuyendo.
No fue fácil saber el diagnostico solo. Llegué a mi casa desesperado. En el laboratorio donde me lo dijeron no recibí asesoría. Creo que es muy importante estar informado, no buscar cualquier información en internet. Eso es lo que podría aconsejarles.
También he estado tomando antidepresivos. Actualmente vivo solo, desde hace más de 6 años. No se olviden de vivir la vida, es un regalo que solo tendremos una vez.
Creo que solo me ha hecho falta conversar con gente que está en mi misma situación, no me afecta la discriminación ni que la gente sepa que vivo con el VIH. Solo quisiera recuperar mi salud.
También creo que es una oportunidad para hacer cambios positivos. He decidido dejar de fumar y de tomar y empezar a alimentarme mejor. Espero ser el mismo de antes.
Les mando un cordial saludo. Mi nombre es Paul y les escribo desde Guadalajara, México.