Siempre me caractericé por ser fuerte y afrontar las cosas bien. Me enteré de mi diagnostico porque cada 6 meses me hago mis exámenes de rutina. En noviembre de 2019 me hice uno [un examen del VIH] y di negativo. Sé que hacerse la prueba es algo que siempre da nervios, pero como dicen: es mejor un diagnóstico a tiempo.
En enero cumplí 29 años y salí de fiesta. Llevaba mi vida normal, salía a los bares y tenía relaciones sexuales con chicos, siempre me cuidaba. Hasta que conocí a un chico con el que en repetidas ocasiones me veía para tener sexo. Un día él me dijo por qué no lo hacíamos sin condón. A lo que yo respondí que no. Me dijo que estaba tomando profilaxis preexposición (PrEP). Algo había leído sobre eso y me pareció bien. Días después accedí a tener sexo sin condón con él y todo fue bien. La verdad es que no tuve problema.
Antes de empezar la pandemia nos dejamos de ver y él ya no me hablaba como antes. Comencé con una llaga en un dedo, cosa que me pareció extraña. Me sentía tan tonto… Eso me alertó totalmente. Creo que fue de inmediato. Pedí una cita y exámenes. Se lo dije a mi mejor amigo una vez que yo creía que estaba infectado. Siendo muy certero, me dieron mi diagnóstico positivo comenzando la pandemia. La verdad es que fue un choque muy duro. Me lo dijeron por teléfono, me lo dijo alguien que creo que nunca había dado un diagnóstico. Me dijo: “Los exámenes de sífilis salieron bien, pero eres positivo para VIH, tu carga viral es de 2.000 copias”. Y yo: "¿Cómo? OK gracias, ¿qué debo hacer para comenzar tratamiento?". Me explicó y a las 2 horas me llamó otra vez para darme mi resultado. Le dije: “Oye ya me llamaste, creo que le toca a otro”. En fin.
Estaba solo en casa, sin nadie a quien contárselo. Tampoco quería hacerlo. Comencé a hacerme mis exámenes para empezar mi tratamiento inmediatamente, ya que tuve muchos problemas en la boca, como fuegos, y actualmente tengo un bulto en el paladar. Me dieron cita en un mes con el cirujano de cabeza y cuello. Llevo solo un mes, desde mayo cuando me dieron el diagnóstico, tomando los medicamentos y es fuerte ver el desgaste físico inmediato que han causo en mí. Siento aún mucha molestia, fatiga. Las pastillas están bien para mí, aunque dan mucho mareo.
Le escribo a mi doctor por mail, ya que no lo conozco aún. Todo este proceso lo he realizado por teléfono, menos los exámenes, claro está. De momento soy positivo frente a esto y frente a todo, ja, ja, pero quisiera saber si es normal el agotamiento físico. ¿Es normal ese bulto en el paladar? ¿Les ha pasado?
Yo voy a hacer lo que este en mis manos para estar bien, ya que es un compromiso que tengo conmigo mismo. En cuanto al chico que ”tomaba la PrEP”, me comuniqué con él y le hice saber que no había tenido relaciones sexuales con nadie más sin protección. La verdad, no me importaba si era o no verdad lo de la PrEP, pero que eso no lo podía seguir haciendo en caso de ser mentira.
En este momento, no puedo hacer nada porque ya soy portador de esto, pero lo único que le podría decir a la gente es que se cuide y cuide a los demás, que nadie es culpable de lo que uno deja que pase. En mi caso, fue el no haberme seguido poniendo un condón. No puedo volver atrás en el tiempo, pero sí concienciar a los demás, para que se cuiden mucho, porque esta enfermedad no es un juego.
Espero salir bien librado de esto, seguir con mi vida y mis proyectos. Lo único que le pido al universo es salud y estar bien para continuar, porque esto me ha hecho quererme más y me ha dado más ganas de seguir y mejor. Les mando un abrazo a todos aquellos que lo necesiten. Desde el anonimato, quiero que sepan que entiendo cómo se sienten, entiendo por lo que están pasando y todo lo que pasa por sus cabezas, pero no tenemos que acostumbrarnos a esta condición, esta condición se tiene que acostumbrar a nosotros.