Ya en su momento conté mi historia (mi historia: una historia más) y vuelvo a escribir, porque es una forma de liberarme y ayudar a a los demás. Ya conté mi primer contacto con este amigo, en este mismo lugar, y posteriormente lo hice una vez más para comunicar que debemos tener ánimo y alegria en la vida.
La razón de que escriba hoy es que he encontrado el amor en una persona que no es seropositiva, la cual me ha demostrado que este sentimiento es un arma poderosa.
Yo siempre tuve miedo de contar a una posible nueva pareja la realidad de mi vida y, sobre todo, de hablarle del virus, por los temores conocidos por todos: rechazo, incomprensión… Ya es bastante duro nuestro día a día como para además tener tristezas de amor.
Sin embargo, no todo es tan complicado como lo sentimos nosotros. En cualquier momento, el amor puede tocar a nuestra puerta y aparecer esa persona que nos demuestre que existe comprensión, que puede entendernos, a pesar de no tener conocimiento del VIH, la carga viral, los CD4 o los tratamientos, y aun así no salir huyendo cuando se lo explicas.
Siempre he creído en la capacidad del ser humano para amar, pero ahora he encontrado a esa persona que me ha demostrado lo que es amar de verdad y de manera sincera. Él no sabía absolutamente nada sobre el VIH, se lo conté al conocernos y lo entendió, de tal forma que me demostró que la calidad de las personas y el amor los podemos hallar donde menos lo esperamos.
No podemos rendirnos ante la posibilidad de ser felices pese a nuestra situación; así que ánimo y a seguir amando y esperando encontrar el amor en esa persona que nos espera.