Ya son dos años de saber mi estado serológico y les cuento hoy que no ha sido tan malo.
Puse mi fe en dios y en una pastilla que me tomo a diario y decidí seguir mi vida, seguir con mis planes que no han cambiado en absoluto. Solo vivo más, vivo a diario disfruto de las pequeñas cosas, disfruto del abrazo de la gente.
Al ser trabajador del área de la salud pensé que jamás me podría pasar a mí. Pero sí me pasó como le puede pasar a cualquier persona de este mundo. Nadie esta exento.
A los nuevos lectores les digo la vida sigue, hay que saber llevar y aceptar principalmente esta condición de vida, llevar una vida sana, ejercitarse, comer bien y tomar el tratamiento al día.
Con el tiempo te darás cuenta de que si lo sabes llevar no pasará nada, tu vida solo cambiará porque serás una mejor persona, más prudente. Te cuidaras y cuidaras a tus seres queridos.
La ciencia avanza de manera rápida. Lo que eran 15 pastillas hoy es 1 y en el futuro será una vacuna. Así que a tener paciencia.
Camina por la vida con poco equipaje, no le des chance a la depresión, ocúpate, ejercítate y ¡vive! Simplemente.
Hoy lo único que me preocupa es la situación de mi país con respecto al tratamiento. Aunque nunca me ha faltado no espero a que pase y he decidido emigrar.
Veo posibles destinos Chile, Ecuador, Colombia… Si alguien posee información de los programas de salud de estos países se lo agradecería.
Un abrazo fuerte desde Venezuela.
ATT: Eduardo.