Sinceramente, pienso que soy afortunado de haber nacido en un país donde hay medicamentos.
Pero bueno, después falleció mi madre, cuando yo tenía 11 ó 12 añitos. Entonces, mi vida cambió por completo. En ese momento es cuando psicológicamente empecé a hundirme. Tuve que cambiar de lugar de residencia. Entre mi historia "cochambrosa" y lo de mi madre… No me fui muy lejos a vivir; a un pueblo. Allí, nada más llegar, vino a mi casa la típica chavala que acude en busca de la novedad, vio un informe del médico, descubrió que era seropositivo y salió a pregonarlo por todo el pueblo.
Pasé bastante tiempo en soledad, con la gente criticándome y señalándome.
Recuerdo en el instituto, cuando se acercaban a mí compañeros de clase, a principios del mes de enero, y me decían: "felicidades, un año más", y se reían. Y también recuerdo caras de asco cuando se habían enterado de lo mío.
Pero de todo lo malo, siempre se puede sacar algo bueno. Conocí a mi pareja, estuve tres años con ella y luego lo dejamos.
Ahora, hago una vida de persona normal y corriente.
Esa es mi historia.