Luego pensé y me dije: “Lo debo hacer es ocuparme y no preocuparme”. Y tomé esa actitud.
Recientemente me hice mis exámenes y mis recuentos de CD4 son altos, el infectólogo me dijo que no necesitaba tratamiento, que me ocupara de mantener esos valores altos.
Les recomiendo que no se depriman y verán que moriremos de vejez y no por el VIH.
Les cuento que lo más difícil fue decírselo a mi pareja, que a pesar de su juventud me ha apoyado.
Ahorita mi inquietud es que quiero emigrar y no sé cómo hacer con lo del VIH si llegase a necesitar tratamiento siendo emigrante. Claro, pidiéndoles a dios que nunca llegue a necesitarlos.