Antes y después he tenido muchos obstáculos económicos, físicos, sentimentales, etc., pero he aprendido a salir adelante con mucha fe puesta en Dios. Por ello, a pesar de las dificultades, hay que continuar sin desfallecer.
Afortunadamente, hay a mi alrededor mucha gente que sabe lo mío y me han dado una mano, pero no todos entienden la situación.Tengo pocos a quien comentarles o desahogarme sin tantos tapujos, porque, como nos sucede a muchos, llevamos una doble vida en la que no todos nos comprenden.
Vivo en Bogotá (Colombia) y tengo muchas cosas que comentar y escuchar para más adelante.
Gracias y hasta la próxima.