Hace unos cuatro años me enteré de mi condición de seropositivo. En aquel momento, pensé, al igual que muchos, que el mundo se terminaba. Fue un proceso de adaptación, de lectura sobre los avances médicos y de reconocimiento de los riesgos a los que estaba expuesto lo que permitió que me fuera preparando para el gran momento: el día en que debía empezar a tomar la medicación. Durante los tres primeros meses, hubo llanto, rabia, miedo, deseo de tirar la toalla y ganas de no hacer ningún plan de futuro, pero esto pasó, y, por tres años más, viví con el huésped, pero feliz.
En estos casi cuatro años me realicé mis chequeos mensuales; cada tres meses me hacían las pruebas para determinar mis niveles de CD4 y carga viral. De alguna manera, sin tomar medicamentos ya me estaba preparando para el gran día. Seguí viviendo mi vida con mayor responsabilidad, pero todo continuó más o menos igual. En el trabajo había sido de las personas más saludables; de hecho, fui de las que menos tuvo que faltar por problemas de salud.
Comencé ayer mi tratamiento, porque hasta esta semana mi sistema inmunitario estuvo en el límite según el último análisis de laboratorio. Así que, de acuerdo con el médico y la información que he obtenido de aquí, ya debía empezar ese nuevo camino. He de confesarles que, desde el inicio de la semana, estuve un poco ansioso, porque, por más que te prepares, hay unos efectos secundarios que rondan como fantasmas. Pero me dije a mí mismo que esto también es una cuestión de actitud.
Ayer ingresó en mi cuerpo la primera toma por la mañana y luego por la noche la segunda, con dos pastillas, una de ellas la más complicadita (efavirenz), y les dije: "Bienvenidas, vamos a estar juntos varios años, así que vamos a tener una buena relación". Hoy me siento casi igual que el día de ayer y estoy feliz. Sé que debo esperar algunas semanas más, pero tengo el presentimiento de que las cosas van a salir bien.
Hace cinco días, cumplí 40 años y la vida dispuso que ya era hora… Tengan la seguridad de que volveré a escribir para informarles de las novedades de este nuevo viaje.
Reciban un abrazo desde Colombia.