Conocí un hombre con el cual viví tres años; pero le gustaba beber. Empezó a salir muy de seguido solo. Sufría mucho porque sentía que mis sentimientos no eran correspondidos, pero me sentía muy apegado… Descuidé el uso de preservativos, descuidé los exámenes anuales. Y así transcurrió todo. Hasta que por gracia de Dios pude coger fuerza y terminar con esa relación que me tenía muerto en vida.
Al año empecé a tener muchos mareos, dolor de cabeza, síntomas extraños. Y los exámenes normales me salían bien. Entonces decidí hacerme la prueba del VIH y salió positiva. Me dio muy duro, aparte porque según el médico ya había pasado bastante tiempo. Estoy en la actualidad en tratamiento. Pero aún siento miedos, a veces solo, yo deseaba tener mi pareja y ser feliz,
Me hace mucha falta hablar de esto con alguien. Pero mi confianza en Dios aún es grande y él es el que me da la fortaleza día a día para levantarme a trabajar y seguir mi vida.