De pequeña, siempre tuve mala salud, faltaba mucho al colegio e iba con bastante retraso en los estudios, lo que me creó dificultades a la hora de sacarlos adelante. Con el tiempo, y gracias a los avances en los medicamentos, mi salud se fue estabilizando.
Ya hace casi once años que no me ingresan, llevo una vida muy normal, tengo mis amigos y salgo con ellos de marcha… Aunque, bueno, nunca se sabe quién es del todo amigo, puesto que alguno de ellos se fue de la lengua por ahí contando lo mío.
Llevo un tiempo conociendo a un chico y me da miedo decírselo por cómo se lo tomará; sería mucho más fácil si él también fuera seropositivo.
Estoy realizando un curso de peluquería y hubo ciertos comentarios que no me gustaron nada de algún compañero. El otro día, una de mis compañeras tenía que hacer una depilación a una chica que le dijo que tenía el VIH y ya no la quiso atender. Para colmo de males, la directora tampoco se corto diciéndole que no volviera a aparecer por la academia. Luego, también hay otra compañera que cree que el VIH ya se transmite por un morreo.
🙁