Yo, como la mayoría de las personas, no tenía conocimiento alguno sobre esta enfermedad. Entonces, empezó el miedo a apoderarse de mí. Fueron muchos factores con los que me topé de frente: el engaño de mi esposo, el temor a que tanto mi hijo de doce años como yo estuviéramos infectados por VIH…
En la actualidad, lo veo de una manera muy distinta. Me informé de todo lo que este virus trae consigo. Hasta el día de hoy mis pruebas han salido negativas al VIH. En cuanto a mi ex, sigue recibiendo atención. Nos divorciamos. Él reconoció ser una persona adicta a las aventuras con prostitutas sin tomar precaución, lo cual le convirtió en la persona más infectada del mundo. A mí, esta situación me ha dado la oportunidad de conocer más acerca de esta enfermedad.
Gracias por educarnos día a día.