Me contagié a través del padre de mi hijo, un ser humano que me pidió que me contagiara por él, para, al final, abandonarme y mantener otras relaciones con chicas sanas.
Al fin y al cabo, no sé para qué quiso que me contagiara. Ahora, siendo atractiva, buena y con muchas cualidades, no sé cómo asumir mi soledad.
Me siento bien, pero a la vez mal. Tengo mis esperanzas puestas en un nuevo compañero, que quiera compartir tanto las cosas más simples de la vida como las más difíciles.
Mi e-mail es bonita.roja@hotmail.com. Me gustaría que me escribieran.
Un fuerte abrazo y felices fiestas.