Junto a él aprendí a vivir los días como si fueran los últimos, y también aprendí a decir, día a día, a las personas que amo cuán importantes son para mí.
Estoy seguro de que esta enfermedad es como otra; solamente hay que saber cambiar el sistema de vida.
Por eso, animo a todos aquellos que están tristes.
La vida es hermosa.