Cuando me enteré, sentí que el mundo se me venía encima. Pero he tenido fuerza para animar a esa persona y decirle que no está sola, que tiene a su lado a mucha gente que lo quiere y que siempre estarán a su lado, caminando en su misma dirección y acompañándolo en todo momento y rogando no solo por él sino por todos aquéllos que lo necesitan.
Desde entonces no hay un día que no consulte esta página web y cada noticia esperanzadora que veo se la comunico para que sepa los grandes avances que existen hoy día y que todo se resolverá.
Bueno quiero decirles a todos que comparto su dolor porque, al igual que vosotros, yo llevo un gran dolor en mi corazón y pido a Dios que os proteja a todos y que algún día no muy lejano se pueda encontrar una cura definitiva para esta infección.
Un beso y un abrazo para todos los que leen esta pagina.