Pero soy feliz como siempre lo he sido, y no he dejado que mi situación actual me lo impida. Dirán algunos: "éste está loco", pues es imposible ser siempre feliz.
Pues no, verán ustedes: Tengo a Dios en mi corazón, y no soy religioso, ni mucho menos. Tengo dos hijos maravillosos a los que amo con toda el alma; por ello, lucho día a día, consciente de lo que tengo.
No he dejando que mi vida gire alrededor de mi estado, simplemente lo he aceptado como parte de mí. Ahí está y nada más.
Gracias