Todo comenzó porque empecé a tener de todo. Primero fue la hinchazón de un dedo de la mano y después se transmitió por todas mis articulaciones y me detectaron artritis reumatoide. Después de un año se me curó milagrosamente, aunque el médico me dijo que esta enfermedad la iba a tener de por vida.
Después estaba engripado continuamente y adelgazaba hasta que mi médico personal me hizo hacer el test del VIH. Ese mes y año me dio el resultado positivo a la prueba del VIH. Estuve internado durante más de 20 días muy mal. Hoy por suerte con los medicamentos estoy muy bien con un recuento de CD4 de 206 células/mm3 y una carga viral indectectable.
Soy casado y por suerte y gracias a Dios mi señora no se infectó. Hoy tengo 48 años y ayudo a los que tienen este maldito virus. ¡Quiera Dios que algún día tengamos la vacuna y así podernos curar definitivamente!
Les mando un abrazo desde Argentina.