Me quedé a cuadros, no sabía qué decirle, lo último que me dijo fue que me hiciese yo un análisis por si acaso, Yo en parte estaba tranquilo porque siempre habíamos usado protección.
Durante unos días no hablamos mucho, pero yo quería estar a su lado y ayudarle en todo. Le dejé espacio y me llamó al cabo de un tiempo y me dijo que le perdonase, que lo que me dijo no estaba bien.
Mis resultados salieron negativos, así que por esa parte estamos tranquilos y a día de hoy volvemos a estar juntos. Volvemos a sonreír y a estar alegres.
Creo que esto nos ha unido má. No es algo que se deba celebrar, pero creo que tenemos que mirarlo con optimismo.
Ahora toca afrontar este nuevo camino, pero lo más importante es apoyar a esa persona y hacer vida normal. Porque, chicos, el VIH no es lo peor de esta vida, como dice mi chico si no nos tomamos la vida con positividad no la disfrutaremos.