21 años y sin ningún propósito

Juan

Hola, me llamo Juan y me diagnosticaron [de VIH] el 17 de junio. Recuerdo que tenía resaca, pues la noche anterior a reclamar los resultados había bebido demasiado.

Los exámenes me los hicieron debido a que tenía el virus del papiloma humano(VPH). Tengo condilomas en la zona perianal. No esperaba un resultado positivo [al VIH] dado que cada año me hacía la prueba y me cuidaba. Debo aceptar que esa noticia me dejó en shock. A día de hoy, aún no he llorado por esto.

Hoy 07/09/2018 ya es mi tercer día de tratamiento. También me están tratando la tuberculosis latente pues está activa. Menos mal que no se desarrolló, pero igualmente hay que tratarla.

Me he sentido un poco mareado y con náuseas, pero creo que es normal, solo lo sabe una amiga en la distancia y un amigo de acá, pero es heterosexual y, pues, no tocamos mucho el tema, ya que le afecta saber también lo que estoy pasando. Apoyo emocional no tengo, mis papás no lo pueden saber, ni mi familia, pues son testigos de Jehová.

Yo soy homosexual, a mí me expulsaron cuando tenía 16 años de esa religión por ser gay: Nadie que pertenezca a esa religión te puede ni saludar si te encuentras expulsado. Volví a esa religión porque no quería irme de casa al cumplir 18 años y mucho menos quería que mi familia ni siquiera me saludara por la calle. Decidí volver y hacerles creer que había cambiado, es decir, que era heterosexual y que estaba arrepentido.

Volví otra vez para llevar una doble vida -Salí del closet para volver a entrar-. Me dolía ver cada día que mis padres ignoraban lo que sentía y lo que era. Pensaban en mí como algo en reparación o algo enfermo. Aún siguen hablando de mi enfermedad expresando asco y mucho desagrado. No toco ese tema con ellos porque sé que es para peleas y porque al final me siento mal. Ese rechazo y esa doble vida, al no poder tener una relación seria con nadie y vivir ocultándome, me llevó a tener una vida sexual muy promiscua. A mis 20 años ya había tenido alrededor de 80 parejas sexuales.

Bebía todos los fines de semana y fumaba -aún lo hago-. Estando muy ebrio tenía relaciones sexuales, en muchas de ellas no recuerdo haberme protegido y eran personas desconocidas que nunca había visto -gracias a Grindr-. Mi reputación en el pueblo cayó, creía que había tocado fondo. Empecé a probar drogas -poppers, cocaína, marihuana-. No era recurrente, pero sí las tome varias veces. Seguía en el alcoholismo, cada vez peor, y de una pareja a otra hasta que me cansé y decidí darle un alto a mi vida.

Decidí no destruirme y hacer las cosas bien en lo posible, al menos hacer felices a mis padres. Decidí cambiar y alejarme del mundo gay, aunque sabía que nunca dejaría de serlo, podía alejarme. Perdí muchos amigos debido a peleas borracho, me alejé de mucha gente y empecé a cambiar. Dejé mi vida sexual activa, me hice exámenes, dejé el trago.

Este año estaba empezando con buena actitud y muchos cambios, comencé a salir con hombres pero ya no era algo tan precoz y fortuito, me estaba esforzando por cambiar. Aun así cometí el error de confiar en un hombre y no protegerme, porque él era alguien conocido acá en la ciudad y era respetable y decidí que estaría bien tener sexo con él. Consideré que no era un gran riesgo debido a que si no tuve nada hace un año, ahorita menos, que ya estaba cambiando y me estaba cuidando. Fue un grave error, ahí fue cuando me contagié de VPH, no puedo asegurar si también de VIH, pues el médico me explicaba que hace un año mi examen pudo salir negativo pero podía ser positivo por el periodo de ventana, así que no decidí dar culpas y pensar en eso. Sabía las consecuencias, sabía lo que hacía, sabía lo que podía pasar, toqué fondo ¿Qué más se espera cuando se es promiscuo y no se utiliza condón?

Mi carga viral está en 21.000 copias, mis CD4 en 413. Aún espero la cirugía para eliminar los condilomas, pues la salud en Colombia es un asco. Además de eso, en el 2015 ya me habían diagnosticado sífilis y me la había tratado, pero no aprendí de eso y seguí con este espíritu autodestructivo.

Esta enfermedad me está mandando a enfrentarme con mi realidad y tomar las riendas de mi vida, pero no me siento capaz. La ansiedad, ocultar las pastillas, las citas médicas… Tengo que dejar de fumar, aceptar mi vida y empezar a adaptarme a la rutina. Además de eso, en junio, cuando me estaban haciendo otros exámenes para descartar más enfermedades y medir mi carga viral y CD4 para esos días, murió mi abuelo. Tampoco pude llorar, estaba tan agobiado por lo mío que olvidé cómo sentirme respecto a su muerte. Me carcome la mente pensar si yo infecté a alguien o a cuántas personas. Me pregunto si alguien me infectó a propósito. Nunca le haría algo así a alguien, ya no pienso ni en el sexo, en el amor mucho menos.

No quiero conocer a nadie ni hablar de mí con nadie. Hace meses que no salgo con alguien o con un amigo. Solo espero que el tiempo pase, que pueda estar indetectable y logre llevar una vida normal.

Nunca le contaré a mi familia, no quiero que me recriminen eso como un castigo divino y sea aún peor mi relación y mi vida con mis papás. He soportado muchas cosas en soledad y creo que esta también.

Lo único que les digo es que si tienen una oportunidad de cambiar su vida y sentirse mejor con ustedes mismos, ¡háganlo! Con esto se puede vivir y aún con muchas cosas peores. Nunca estarán solos, siempre contarán con ustedes.

Deja un comentario

Redes sociales

¿No quieres perderte nada?
Síguenos en todas las redes

Gilead
MSD
ViiV
Gilead
MSD
ViiV Healthcare
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Gilead
MSD