Cuidado de la salud mental y chemsex

En general, el chemsex suele ser una actividad recreativa y ocasional para la mayoría de los hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (GBHSH) que lo practican. No obstante, hacerlo de forma continuada podría ocasionar con el tiempo problemas de salud física, mental y social a los hombres GBHSH más vulnerables. Cuando esto sucede, el chemsex deja de ser una conducta recreativa y se convierte en una conducta problemática que en ocasiones puede derivar en un trastorno por consumo de sustancias.

El motivo de por qué algunas personas desarrollarán trastornos mentales provocados por el consumo de sustancias es compleja y multifactorial. El proceso depende de las interacciones que se producen entre la sustancia, la persona y el entorno.

Sustancia

Las drogas tienen diferente capacidad para provocar un trastorno por uso de sustancias. La probabilidad de que generen estos trastornos se denomina capacidad de adicción y ésta depende de una combinación de factores, entre los que se incluyen el modo en que se utiliza la droga; su velocidad de actuación; su capacidad para inducir tolerancia y/o síntomas de abstinencia; y la intensidad con la que la sustancia estimula el sistema de recompensa en el cerebro.

El consumo de drogas altera el funcionamiento cerebral natural relacionado con el deseo y la gratificación, conocido como sistema de recompensa cerebral.  Provoca un desequilibrio en el que la persona necesita consumir cada vez más para obtener una recompensa, que siempre es pasajera y menor de la que se esperaba.

Los neurotransmisores son moléculas que forman parte del propio cerebro y se encargan de promover las señales químicas del placer y la gratificación en condiciones normales. Las drogas, por su parte, son moléculas químicas que actúan sobre neurotransmisores del cerebro. Entran al organismo por diferentes vías de administración, pero, a diferencia de los estímulos naturales, el cerebro carece de la capacidad para regular su presencia y capacidad de actuación.

Los neurotransmisores naturales después de comunicar la señal a la neurona contigua son removidos o almacenados de nuevo por la neurona original hasta que se produzca un nuevo estímulo. Las drogas, por su parte, actúan, dependiendo de la sustancia, bloqueando los receptores de los neurotransmisores, como es el caso de la cocaína, o bien estimulándolos, como sucede con la heroína. Por tanto, los neurotransmisores permanecen más tiempo en el cerebro, bien porque no pueden ser removidos o almacenados en ninguna neurona o bien porque son demandados en mayor cantidad por los receptores de los neurotransmisores.

Ante la incapacidad del cerebro de regular la presencia de las drogas en su interior, la única forma que tiene el organismo de eliminar las sustancias es a través del hígado, que las metaboliza (descompone). Pero lo hace a un ritmo muy lento. De esta manera, las moléculas químicas de las drogas liberadas en el cerebro e interviniendo en los receptores neuronales provocan que la sensación placentera no solo dure más tiempo, sino que sea mayor.

Persona

La genética, el sexo, las características psicológicas y las circunstancias y trastornos coexistentes (como, por ejemplo, tener un estado de ánimo bajo o padecer trastornos mentales no relacionados como ansiedad o depresión) son factores individuales que pueden predisponer a sufrir un trastorno por consumo de sustancias.

Las personas que practican chemsex pueden verse afectadas por trastornos mentales en diversos momentos de sus vidas: antes del inicio de la práctica del chemsex, durante la práctica o como consecuencia de esta.

Los trastornos mentales previos a la práctica de chemsex se consideran factores de vulnerabilidad ante los riesgos que el chemsex puede suponer. Estos trastornos suelen ser frecuentes: se estima que el riesgo de intento de suicidio es el doble en la población LGTBQ+ siendo especialmente elevado en hombres gais y bisexuales, y el riesgo de padecer trastornos depresivos, trastornos de ansiedad y trastornos por consumo de sustancias es, al menos, 1,5 veces más elevado en hombres GBHSH.

La falta de aceptación personal, familiar y social en relación con la orientación sexual y la identidad de género no normativas y la discriminación podrían ser el desencadenante de estos trastornos mentales. Además, estas experiencias negativas pueden producir secuelas psicosociales duraderas tanto en las personas que las sufren directamente como en el resto de la población LGBTQ+.

Durante la práctica del chemsex, como efecto no buscado, se encuentran los síntomas o trastornos mentales provocados por las sustancias o los que se desarrollan asociados a trastornos adictivos, como la intoxicación.

Después de la sesión de chemsex es frecuente presentar “bajones anímicos” provocados por la abstinencia a sustancias estimulantes (también conocido como “crash” anfetamínico). En un momento temprano de este efecto, pueden existir síntomas depresivos, apatía, anergia, entre otros, los primeros 2-3 días después de la sesión, en el caso de que el chemsex se practique los fines de semana, de forma controlada. En el caso de que el consumo sea más frecuente, es más probable que perduren los síntomas depresivo-ansiosos, combinados con sintomatología abstinencial, craving u otros síntomas relacionados con el consumo de sustancias.

Entorno

Los factores culturales y sociales son muy importantes en el inicio y la continuación (o recaída) del consumo de sustancias.  Diversos estudios llaman la atención sobre el alto nivel de normalización y visibilidad del consumo de drogas dentro de la cultura gay, llegando a considerarse que la tolerancia, permisividad y aceptación del consumo de drogas en ese entorno, trasciende la conducta individual formando un marco o contexto colectivo. Sería dentro de ese escenario, en el que se explicaría la emergencia del chemsex como una nueva forma de experimentar y vivir el sexo entre los hombres GBHSH.

Por otro lado, otros hechos como trasladarse a una gran ciudad o emigrar a otro país representa en ocasiones una situación de inestabilidad emocional y soledad que podrían llevar a algunos hombres GBHSH a practicar chemsex para paliar el malestar emocional. La carencia de redes personales de apoyo psicosocial y afectivo, limita las posibilidades de recibir ese tipo de apoyo en caso de verse envuelto en un consumo problemático.

Trastornos psiquiátricos asociados al chemsex

Solo cuando un consumo de sustancias, inicialmente voluntario y ocasional, se vuelve problemático se puede establecer un diagnóstico de trastorno por consumo de sustancias. Se habla de ‘uso problemático’ cuando existe un intenso deseo de consumir (craving), el consumo se intensifica, escapa al control de la persona y perjudica su salud física, mental y social durante un periodo de tiempo significativo.

Las drogas, además de producir sensación de placer, tienen efectos directos no buscados como la intoxicación, la abstinencia y los trastornos mentales inducidos por sustancias.

El término intoxicación hace referencia a los efectos inmediatos y transitorios de una droga en concreto. La intoxicación altera la función y el juicio mental de la persona y puede modificar su estado de ánimo. Dependiendo de la droga, la persona puede sentir excitación, un sentimiento exagerado de bienestar (o euforia), o bien encontrarse más calmada, relajada y somnolienta de lo habitual. Cuanto mayor es la cantidad de droga consumida (sobredosis), más evidentes resultan los efectos adversos, que en ocasiones conllevan complicaciones graves y riesgo de muerte.

La sustancia puede generar tolerancia lo que significa que la persona necesita consumir cada vez una mayor cantidad de la droga para sentir los efectos que al principio le producía una cantidad menor.

La abstinencia se refiere a los síntomas que se desarrollan cuando se deja de tomar una sustancia o se toma una dosis mucho menor de la que se tomaba habitualmente. La abstinencia causa varios síntomas desagradables que varían dependiendo de cuál sea la sustancia utilizada. Los síntomas de abstinencia pueden variar según la sustancia y la gravedad de la adicción, pero pueden incluir ansiedad, irritabilidad, sudoración, temblores, náuseas, vómitos, diarrea, dolores musculares y articulares, fiebre, escalofríos, insomnio, depresión y cambios en el estado de ánimo

Además, muchas personas experimentan el trastorno por consumo de sustancias junto con otros trastornos psiquiátricos. En los casos de chemsex problemático, es habitual que los trastornos por consumo de sustancias se asocien, además de con alguna sustancia, con conductas compulsivas (por ejemplo, en el sexo) y otras adicciones comportamentales (por ejemplo, a las aplicaciones de contactos sexuales), lo que puede favorecer el desarrollo de una adicción múltiple.

En personas con el VIH, es importante el diagnóstico precoz y el tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias. Su presencia se ha asociado con un peor control de la infección, con más conductas de riesgo para la transmisión del VIH, con mayores tasas de hospitalización y con peor calidad de vida, entre otros.

Ansiedad y depresión

Tanto los trastornos de ansiedad como los depresivos son muy frecuentes en hombres GBHSH. En usuarios de chemsex es frecuente que se presenten diversos síntomas tanto de ansiedad como de depresión menor. El abordaje es complejo, dado que muchos síntomas están asumidos como “normales” y se han interiorizado a lo largo de la biografía. Por ejemplo, son frecuentes los sentimientos de culpa y vergüenza por practicar chemsex, dado que se llevan a cabo conductas que no se realizarían sin drogas y que posiblemente conllevan una gran estigmatización. Vivir con homofobia interiorizada puede favorecer que se presente un estado de ansiedad mantenido que puede estar en la base de diferentes trastornos ansiosos o depresivos. Asimismo, se asocian sentimientos de inutilidad, sentimientos de culpa, e incluso anhedonia e ideas de muerte o suicidio.

Episodios psicóticos

La psicosis asociada al chemsex puede ser más frecuente cuando se consumen sustancias estimulantes como metanfetamina o catinonas sintéticas. El uso de metanfetamina, tanto fumada como por vía intravenosa y el de mefedrona, sobre todo a través de vía intravenosa, asociado a falta de sueño en las sesiones de chemsex se ha relacionado con episodios psicóticos, fundamentalmente trastornos delirantes de tipo para paranoide. Los trastornos delirantes son una forma de pensamiento caracterizada por la presencia de ideas o creencias irracionales y persistentes de que otras personas o fuerzas externas están conspirando o tramando algo en contra. Esta ideación puede incluir la creencia de que se está siendo vigilado o perseguido, que se está siendo controlado o manipulado, o que se está siendo objeto de un complot para causar daño o perjuicio. Los síntomas psicóticos pueden presentarse durante la intoxicación o tras el consumo.

Ideación y conducta suicida

La ideación suicida es la tendencia a pensar de manera repetida en la posibilidad de terminar con la propia vida. Es frecuente en hombres GBHSH y puede estar relacionada con trauma complejo o trastornos depresivos o de ansiedad en usuarios de chemsex. Por otro lado, se ha descrito que los hombres GBHSH que practican slamming presentan más ideación y conductas suicidas que aquellos que no utilizan drogas de forma intravenosa durante el chemsex. En este sentido, el slamming se considera como un factor de riesgo suicida en los usuarios de chemsex.

Agitación psicomotriz

Se caracteriza por una actividad intensa de movimientos realizados sin ninguna finalidad, por ejemplo, moverse nerviosamente con incapacidad para mantenerse sentado; caminar velozmente o en círculos; frotarse las manos y la ropa; gritar y quejarse en voz alta, etc. Por lo general, se acompaña de ansiedad, irritabilidad y dificultad para reaccionar ante estímulos del exterior. Aunque puede haber diversas causas, se toma en consideración la principal, que es una agitación por intoxicación o abstinencia de una o varias sustancias. En particular, las drogas que más se pueden asociar a agitación, con o sin síntomas psicóticos, son la mefedrona y la metanfetamina. Asimismo, la abstinencia a GHB puede producir cuadros de delirium similares a los producidos en el delirium tremens por abstinencia alcohólica.

La siguiente tabla te ayudará a conocer los principales síntomas y trastornos psiquiátricos asociados al consumo de algunas de las drogas que más se utilizan en el chemsex.

SustanciaEfectos sobre la salud mentalSíndrome de abstinencia
CocaínaEstado de alerta; insomnio, inquietud; ansiedad; conducta errática y violenta, ataques de pánico, paranoia, psicosis.Depresión, cansancio, aumento del apetito, insomnio, sueños intensos desagradables, movimientos lentos, inquietud
GHB/GBLSomnolencia, confusión, pérdida de la memoria, pérdida del conocimiento, convulsiones, estado de comaTaquicardia, insomnio, inquietud, agitación, psicomotriz, temblores, mioclonías (movimiento espasmódico rápido no controlable), convulsiones, alucinaciones visuales y delirium.
KetaminaProblemas de atención, aprendizaje y memoria; estados de ensoñación, alucinaciones; sedación; confusión; pérdida de la memoriaNo se conocen
MDMAConfusión duradera, depresión, problemas de atención, memoria y sueño; mayor ansiedad, impulsividad; menor interés en el sexoFatiga, pérdida del apetito, depresión, dificultad para concentrarse.
Mefedrona y otras catinonas sintéticas (pentedrona, la 4-MEC, la 3-MMC y alfa-PVP)Paranoia, agitación y alucinaciones; comportamiento violento; insomnio; irritabilidad; mareo; depresión; ataques de pánico; reducción del control motriz; pensamientos nubladosDepresión, ansiedad.
MetanfetaminaAnsiedad, confusión, insomnio, problemas de estado de ánimo, comportamiento violento, paranoia, alucinaciones, trastornos delirantes paranoidesDepresión, ansiedad, cansancio
Cuidado de la salud mental

Los problemas y trastornos de la salud mental asociados al chemsex no son fáciles de diagnosticar. A veces el diagnóstico se produce tras un episodio agudo que ha conllevado una atención en un servicio de urgencias psiquiátricas. Dada la complejidad del fenómeno del chemsex, los médicos lo abordarán como un todo, ya que es difícil separar los posibles trastornos mentales, conductas adictivas derivadas del sexo o las apps, posible trauma complejo, homofobia, soledad, etc.

Si prácticas chemsex y no identificas que la práctica suponga un problema para tu salud, puedes seguir algunos consejos que te ayudarán a reducir riesgos y cuidar de tu salud mental y la de tus compañeros de sesión:

  • SIempre puedes abandonar el consumo si te preocupan los efectos de las drogas sobre tu salud mental.
  • Si no te ves capaz de dar este paso todavía, puedes llevar un control más exhaustivo de tu consumo anotando en una libreta o en un diario qué sustancias consumes, en qué cantidad y con qué frecuencia. Este registro te permitirá ver tu evolución y tomar decisiones sobre tu consumo con datos objetivos.
  • También te puede resultar útil reducir la frecuencia de consumo y/o la dosis o cambiar la vía de administración de la droga, escogiendo aquellas con menor impacto sobre la salud mental.
  • Si vas a participar en una sesión, conviene descansar, beber y comer suficientemente antes, durante y después de la misma.
  • El autocuidado es tan importante como el cuidado mutuo: pide a los colegas de la sesión que te avisen cuando te vean exhausto y haz tú lo mismo cuando los veas a ellos.

Si has estado “limpio” una temporada y vuelves a consumir drogas, recuerda que tu tolerancia será menor. Es aconsejable que tomes una dosis de prueba para tantear la potencia antes de tomar una dosis completa

Cuando en una sesión un colega tiene un episodio psicótico o entra en paranoia, podéis ayudarlo:

  • No abandonándolo esperando que la situación se resuelva sola.
  • Tratando de calmarlo y hacerle comprender que lo que le está sucediendo es efecto de las drogas.
  • Llamándolo por su nombre.
  • Tratando de mantenerlo en la ‘realidad’ hablando con él de forma clara y relajada
  • Sacándolo de la habitación donde tiene lugar la sesión y llevarlo a un lugar más tranquilo.
  • Sacándolo al exterior para que le pueda dar el aire.
  • Apagando las luces brillantes, la música y la televisión.

Si la persona está muy agitada o la situación empeora, conviene no perder tiempo y llamar inmediatamente al 112 para pedir una ambulancia.

Recuerda que la ayuda entre colegas en estos momentos es fundamental. Hoy por ti, mañana por mí.

Si crees que tienes dependencia o estás preocupado por tu consumo, antes de dejar de consumir cualquier droga, busca asesoramiento y apoyo profesional para poder hacerlo de forma segura. Un primer paso podría ser evaluar por ti mismo si tu consumo es problemáticos a través de un sencillo cuestionario online ofrecido por el servicio Chemsex Support de la organización Stop.

http://chemsex.info/me-estoy-pasando/ee

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