Dirección y Guión: Thom Fitzgerald
Intérpretes: Chloë Sevigny, Shawn Ashmore, Lucy Liu, Stockard Channing, Sandra Oh, Olympia Dukakis
Año: 2005
País: Canadá
Duración: 123 minutos
Género: Drama
Desde la visión unilateral del director, Thom Fitzgerald nos lleva por tres continentes: Asia, África y América.
El principio de la película puede entenderse como una denuncia del realizador ante la ignorancia que permite que el virus del sida siga avanzando.
La primera historia, “La fortaleza de Buda”, transcurre en China, donde una mujer joven, que trafica con sangre, ignora que va extendiendo la enfermedad por falta de condiciones higiénicas.
La segunda, “La Pasión de Cristo”, transcurre en Canadá y cuenta la historia de un actor porno, que, conociendo su seropositividad, se salta los controles a los que está obligado para poder trabajar sin riesgos.
La tercera historia, “La inocencia de los paganos”, está ubicada en una misión católica de África. Tres monjas llegan para ponerse al frente de la misión; una de ellas conocerá todo el mercadeo de jeringuillas usadas que se realiza a sus espaldas y se someterá a los deseos del terrateniente local.
El realizador, con la cámara, suaviza la dureza de estas historias ubicando la película en unos entornos naturales de belleza espectacular. En algún momento, sobre todo en la segunda historia, puedes incluso sonreír por cómo los personajes salen de ciertas circunstancias. Quizá la más creíble de las tres historias es la que transcurre en China.
En cualquier caso, es recomendable visionarla toda, ya que todos los relatos tienen la particularidad de contar con excelentes actrices y actores para sostener lo poco creíble que puede ser el guión y porque es un filme de los que pueden generar debate.
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