Dependiendo de la valoración que hagamos de nuestra persona, tendremos una autoestima adecuada que nos hará sentir bien y seguros, mientras que si tenemos una autoestima baja, nos sentiremos inferiores y fracasados.
Silvia Pérez Sánchez, psicóloga de Apoyo Positivo, anima a todas las personas que viven con VIH a “ser lo que quieren ser. A contemplar cómo se definen a sí mismas y cuáles son las metas que quieren conseguir. A saber ver cuáles son las cualidades y los defectos que tienen sin ser demasiado críticas, y a liberarse de los prejuicios que vienen de la sociedad y, sobre todo, los que vienen de ellas mismas”.
Uno de los problemas que surgen y afectan a la autoestima de las personas con VIH, según Silvia, se debe a los cambios en la imagen física, como los provocados por la lipodistrofia. “Muchas mujeres que acuden a Apoyo Positivo son muy atractivas, pero ellas no se ven así y suelen comentar que no se sienten bien, ya que su cuerpo no es el que era. En estos casos, hay que aceptar la enfermedad y las modificaciones de imagen. Si uno lo desea, puede recurrir a una operación de estética, pero si no hay posibilidades, siempre se puede comenzar un proceso de aceptación de nuestro cuerpo, sin compararnos con otros. Es recomendable fijarnos en las partes que nos gustan, y no tanto en las que no nos agradan, y luego establecer una imagen global con la que nos sintamos a gusto”.
La autoestima también puede verse dañada por el aislamiento social al que se ven forzadas muchas personas con VIH. “Hay un miedo a la comunicación, al rechazo, a no poder decir que se vive con VIH, sobre todo a la hora de tener una relación íntima con otra persona”. En esta situación, Silvia recomienda no decirlo al principio si no nos sentimos cómodos, siempre y cuando se practique sexo seguro; pero si la relación va a ir a más, es necesario explicárselo a la pareja, si no, se pondrá en peligro la confianza y cada vez se te hará más difícil contarlo.
Muchas personas evitan la comunicación afectiva; para ellas, funcionan muy bien los grupos de apoyo, dado que adquieren las habilidades sociales con que podrán ampliar luego su grupo social. En una primera fase, se entablan relaciones afectivas más relajadas con otras personas con VIH, y luego, en una segunda fase, uno ya tiene la habilidad para ampliar las redes sociales. Las dos fases son necesarias. Hay muchas personas con VIH que llevan una vida normal y que se relacionan con todo tipo de gente.
“Es muy importante no quedarse metido en una burbuja, donde no te enfrentarás al rechazo pero tampoco entrará nada bueno en tu vida. Además, cuando uno presta mucha atención a cierto tipo de pensamientos, éstos se vuelven circulares y terminan hundiéndole, repercutiendo directamente en el estado inmunitario. Cuando nuestro estado de ánimo baja, puede surgir ansiedad y depresión, lo que nos está indicando que algo no funciona; entonces, sería conveniente dar un giro a tu vida. Hay que volver hacia sí mismo e iniciar un nuevo camino”.
Silvia nos recomienda leer los testimonios de otras personas con VIH para aprender cómo otros van manejando la situación. En la sección Participa de nuestra web podrás encontrar testimonios de otra gente que vive con VIH.
Si quieres saber más:
Lecturas:
- Louise L. Hay. El poder está dentro de ti. Ediciones Mundo Urano.
- Jorge Bucay. El camino de la autodependencia. Editorial DeBolsillo.
- James Allen. Como un hombre piensa así es su vida. Ediciones Obelisco.
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