Se recomienda que las personas con el VIH se realicen chequeos de salud sexual de forma regular, al menos, una vez al año. Esto permite revisar, identificar y tratar infecciones que no producen síntomas.
Si eres sexualmente activo, es importante hacerte chequeos de salud sexual completos de forma periódica. Los hombres que tienen sexo con hombres (HSH) que sean sexualmente activos, deberían hacerse estas revisiones, al menos, una vez al año, tengan o no el VIH. A los hombres que se considera que tienen un alto riesgo de contraer ITS (debido a que han tenido sexo sin preservativo con una nueva pareja sexual, han sido diagnosticados de una infección previamente o porque son usuarios de drogas) se les recomienda hacerse la revisión cada tres meses.
Algunas de las ITS han aumentado en los últimos años, por ejemplo, la sífilis, la gonorrea, y la clamidia.
¿Por qué son importantes?
Todas las personas sexualmente activas pueden contraer una infección de transmisión sexual (ITS). Tener una ITS incrementa el riesgo de transmitir o adquirir el VIH si tienes relaciones sexuales sin preservativo.
Las ITS pueden provocar enfermedad y daños, aunque no manifiesten síntomas evidentes. Si las dejas sin tratar, estas infecciones pueden provocar problemas de salud a largo plazo.
Debido a que las ITS no siempre se manifiestan con síntomas, hacerse un chequeo de salud sexual puede ser la única forma de identificar la infección.
Para las personas con el VIH, estos chequeos son especialmente importantes porque incluyen pruebas para detectar la hepatitis A, B y C. Gracias a estos chequeos puedes saber que no estás vacunado para las hepatitis A y la hepatitis B y, por tanto, que necesitarías hacerlo antes de tener una coinfección.
La hepatitis C parece ser que se transmite con más facilidad por vía sexual en hombres gay, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres que viven con el VIH. En estos chequeos pueden evidenciar la presencia de hepatitis C y, por tanto, podrás empezar el tratamiento lo antes posible.
¿Dónde ir?
Muchas clínicas del VIH también hacen este tipo de revisiones. Algunas lo ofrecen como parte del seguimiento clínico rutinario de sus pacientes con el VIH.
También hay clínicas especializadas en salud sexual o departamentos de medicina genitourinaria donde también puedes hacerte la revisión. Aquí te podrán diagnosticar y tratar la mayoría de ITS.
Algunos centros de atención primaria también ofrecen chequeos de salud sexual.
¿Qué esperar?
Todas las pruebas realizadas en este chequeo son gratuitas en los servicios públicos, pero puedes elegir dónde realizártelas libremente. Puedes hacértelas en tu clínica del VIH o en cualquier otra clínica (aunque en algunas clínicas puede que tengas que pagar por el chequeo). No necesitas que te derive tu médico de cabecera o del VIH a estos servicios, puedes acceder directamente siempre que quieras.
Algunas de las clínicas que ofrecen este servicio te atienden por orden de llegada, por lo que puede que tengas que esperarte mucho tiempo. Otras, funcionan por cita previa y, por tanto, es probable que tengas que pedir cita con unos días de antelación. Si tienes síntomas, o crees que estás en un riesgo elevado de tener alguna ITS, hazlo constar cuando llames para pedir cita y, probablemente, te den una cita próxima.
Los resultados de los análisis que se lleven a cabo en la revisión de salud sexual, igual que el resto de análisis, son confidenciales.
Normalmente, al inicio de la visita el médico o enfermero es probable que te haga algunas preguntas sobre el tipo de sexo que practicas, te preguntará si tienes síntomas y te hará una exploración física. Intenta ser lo más honesto posible a la hora de responder a estas preguntas, ya que, esto hará que el médico pueda atenderte mejor y se asegure de hacerte las pruebas adecuadas. El personal de la clínica te debería tratar sin juzgarte, sea lo que sea lo que les expliques.
Si prefieres no hablar de tu historial sexual, puedes simplemente pedir un chequeo sexual completo. Es bueno que les comentes si tomas algún medicamento (incluido tratamiento para el VIH) o si eres alérgico a algún fármaco.
Puedes pedir que te atienda un médico o enfermero de tu mismo género si lo prefieres, aunque esto puede implicar que tengas que esperar más tiempo para ser atendido.
Una vez hecha la exploración inicial, un enfermero te tomará muestras que serán llevadas y analizadas al laboratorio. Estas muestras pueden incluir una muestra recogida con un hisopo de la uretra o de la pared vaginal. Si has tenido sexo anal y/u oral, puede que también te recojan muestras del ano y/o la garganta. Si tienes úlceras o lesiones en los genitales, probablemente también te tomen muestras para saber si tienes herpes u otra ITS.
Si tienes verrugas genitales, una de ITS bastante común, puede que te den tratamiento que puedes aplicarte en casa, o que tengas que ir varias veces a la clínica para que te traten la infección.
Te tomarán muestra de sangre y orina para comprobar si tienes sífilis, hepatitis (A, B, C), clamidia o gonorrea.
También puede que te hagan algunas pruebas rápidas, de las que te darán el resultado en la misma visita, por lo que, podrás recibir tratamiento inmediatamente si es necesario. Para los resultados de otros análisis, será necesario esperar algo más de tiempo, una semana o 10 días normalmente. Te pueden mandar los resultados, puedes volver a una visita donde te los expliquen o pueden llamarte para dártelos. Si te diagnostican alguna ITS te pedirán que vuelvas a la clínica para poder hablar del resultado y darte tratamiento si es necesario.
El personal de la clínica puede darte información sobre como tener un sexo más seguro y los distintos métodos de prevención frente al VIH y otras ITS para protegerte a ti y a tus parejas sexuales. En el caso de que te diagnostiquen alguna ITS, te pedirán que entres en contacto con tus parejas sexuales para que se hagan una revisión y comprueben que no están también afectados.
Fuente: Aidsmap (Entidad certificada por The Information Standard, perteneciente al Servicio Nacional de Salud Británico [NHS]).
