Existen muchos métodos de prevención para la transmisión sexual del VIH. Combinar más de una estrategia preventiva te permitirá adaptar la prevención a tus propias necesidades.
Hay muchas cosas que puedes hacer para protegerte o proteger a los demás del VIH. La prevención sexual combinada simplemente hace referencia al uso combinado de varios de los métodos preventivos existentes y que se han demostrado eficaces, para intentar que el número de nuevas infecciones sean lo menor posible.
Algunos de los métodos preventivos que puedes implementar en tu vida sexual incluyen:
- Preservativos masculinos y femeninos: Los preservativos son muy eficaces para prevenir la transmisión del VIH y la mayoría de infecciones de transmisión sexual. Si se usan correctamente, pueden prevenir la transmisión prácticamente al 100%. La utilización de lubricantes reduce el riesgo de roturas y facilita la penetración, evitando desgarros.
- Circuncisión médica: La parte interna del prepucio es una membrana vulnerable al VIH puesto que el virus la puede atravesar con cierta facilidad. La circuncisión médica reduce el riesgo de que el hombre adquiera el VIH a través de la membrana del prepucio hasta en un 50%, aunque solo reduce el riesgo de infección para el hombre durante el sexo insertivo. Si tú eres la parte receptiva de la pareja, que el hombre esté circuncidado no supone menor riesgo de transmisión para ti.
- Tratamiento antirretroviral: Si vives con VIH, no existe riesgo de transmitir este virus si tu viremia es indetectable gracias al uso del tratamiento antirretroviral. Por ello, es importante tomar todas las dosis en el momento preciso y en las cantidades adecuadas, y comprobar tu nivel de carga viral de forma periódica. Esta estrategia recibe el nombre de tratamiento como prevención.
La eficacia de este método de prevención ha sido demostrada en el estudio PARTNER con parejas serodiscordantes, es decir parejas dónde sólo una de las dos personas vive con el VIH. El estudio concluyó que cuando la persona con VIH tenia carga viral indetectable gracias al tratamiento, no se registró ningún caso de transmisión dentro de la pareja (tanto en casos homosexuales como heterosexuales). Esto refleja que el riesgo de transmisión en estos casos es nulo.
- Detección regular de otras infecciones de transmisión sexual (ITS): La presencia de otras ITS aumenta el riesgo de adquirir o transmitir el VIH. Esto se debe a que, al tener una infección, el sistema inmunitario está activo, por lo que se crean una gran cantidad de células-T CD4 (las células que ataca el VIH), haciendo que seas más vulnerable a la infección. Además, cabe recordar que, en personas con VIH con carga viral indetectable gracias al tratamiento antirretroviral, si existen otras infecciones de transmisión sexual (ITS) pueden aumentar la carga viral en el tracto genital. La detección regular de ITS, y su tratamiento, puede evitar complicaciones graves. Puedes realizarte de forma gratuita un chequeo en una clínica de salud sexual.
- Detección regular del VIH: Saber si tienes VIH te permitirá beneficiarte de las ventajas de la atención y el tratamiento, y adaptar tus prácticas sexuales a tu estado serológico actual. Puedes realizarte de forma gratuita la prueba del VIH en tu médico de cabecera, en una clínica de salud sexual o en un centro comunitario de detección.
Si no conoces tu estado serológico al VIH o el de tus parejas sexuales es muy recomendable usar métodos de prevención como el preservativo para evitar la transmisión. En este caso es mejor actuar como si se tuviera el VIH para evitar riesgos innecesarios.
- Profilaxis post-exposición (PPE): Si has realizado una práctica de alto riesgo de VIH o se ha producido un accidente (rotura del preservativo o violencia sexual), conviene acudir lo más pronto posible al servicio de urgencias de un hospital. El equipo médico valorará la posibilidad de que puedas tomar durante cuatro semanas tratamiento antirretroviral como prevención, con el fin de evitar que la infección se establezca en tu organismo.
Es necesario tomar la PPE lo antes posible tras la exposición. Es preferible que sea en las primeras 4 a 6 horas tras la exposición. La mayor parte de las directrices establecen un umbral de corte para la PPE en las 72 horas siguientes a la exposición
- Profilaxis pre-exposición (PrEP): Se trata de una estrategia preventiva consistente en utilizar fármacos antirretrovirales antes (y después) de la exposición. Según varios estudios la PrEP puede llegar a reducir la transmisión del VIH hasta en un 90% si se toma correctamente. Igual que en el caso del tratamiento antirretroviral, hay que tomar la dosis adecuada y en el momento adecuado para que esta estrategia tenga efecto.
- Reducir el consumo de alcohol y drogas: Tomar alcohol y/o drogas antes o durante las relaciones sexuales podría alterar en muchas personas la percepción del riesgo y afectar a la capacidad para tomar decisiones sobre sexo seguro. Un alto consumo de alcohol y/o drogas se ha asociado a un aumento de las prácticas sexuales de riesgo, por lo que el uso moderado de estas sustancias es más recomendable para prevenir dichas prácticas.
- Educación sexual: Nuestra sexualidad es una parte esencial de nuestro bienestar. Poder hablar de nuestra sexualidad y salud sexual con los demás nos permite plantearnos nuestras prácticas y obtener respuestas a muchas preguntas y dudas.
Mediante la combinación de varios de éstos métodos de prevención, el riesgo de adquirir el VIH se ve muy reducido y podría llegar a ser nulo. Además, eres tú quien elige que métodos se adecuan más a tu vida sexual o cuales crees que puedes implementar para mejorar tu prevención.
Fuente: ONUSIDA (programa para el VIH/SIDA de la Organización de las Naciones Unidas).
HIV testing and risks of sexual transmission (3rd edition) de Simon Collins y Charlotte Walker (HIV i-Base; Londres, Reino Unido).