Profilaxis post-exposición (PPE)

La Profilaxis post-exposición (PPE) es el tratamiento antirretroviral que se administra a personas sin VIH que acaban de tener una exposición de alto riesgo al VIH. Puede ser ocupacional (profesionales de la salud) o no ocupacional (en el contexto de un acto sexual o del uso de drogas).

La Profilaxis Post-Exposición (PPE) es una medida preventiva de carácter esporádico y excepcional que consiste en la administración de un régimen de tratamiento antirretroviral de corta duración inmediatamente después de un posible contacto con el VIH para intentar evitar la transmisión de la infección. Este tratamiento que suele consistir en una terapia triple, dura cuatro semanas.

La mayoría de gente que recibe la PPE son trabajadores de servicios sanitarios que tienen una exposición al virus debido a algún tipo de accidente (como pincharse con una aguja que ha estado en contacto con sangre), o bien personas que se han expuesto al virus durante un acto sexual o por el uso de drogas. Si la exposición se ha producido en el ámbito laboral el tratamiento se denomina “PPE Ocupacional”, mientras que, en el resto de casos, éste recibe el nombre de “PPE No Ocupacional”.

La eficacia de este método preventivo ha sido analizada por multitud de estudios, tanto en animales como en humanos. Por ejemplo, un estudio demostró que la PPE podía prevenir la infección por el virus de la inmunodeficiencia en simios (VIS) en macacos. Este virus es muy similar al VIH por lo que este estudio sirve de evidencia de la eficacia de este método.

Las evidencias acumuladas en estudios con humanos son observacionales puesto que, por razones éticas, no es posible realizar experimentos en los que a un grupo de personas se les niega el uso de PPE después de una exposición. De todas formas, hay ejemplos que sostienen la efectividad de este método. Por ejemplo, un estudio concluyó que un tratamiento de 28 días con el antirretroviral AZT (Retrovir) empezado durante las primeras 24 horas después de un pinchazo con una aguja con sangre positiva para VIH, podía reducir el número de infecciones por VIH en trabajadores de servicios sanitarios.

Otros estudios en humanos en el ámbito no ocupacional también sugirieron que la PPE podía ser eficiente si no había otras exposiciones durante el período que dura este tratamiento. Algunos estudios en los que el tratamiento empezó durante las primeras 24 horas indicaron una eficacia del 83%, mientras que otros en los que el tratamiento no había empezado de forma tan estricta en las primeras 24 horas, indicaron  una eficacia del 53%.

¿Cuándo se administra la PPE no ocupacional?

Los resultados favorables de estas investigaciones hicieron que diversas organizaciones internacionales publicaran directrices sobre el uso de la PPE no ocupacional. Tanto las directrices europeas como las americanas coinciden en que haya una evaluación inicial del posible riesgo de transmisión previo al tratamiento.  Según las directrices europeas, si se considera que hay un riesgo real, se recomienda la administración del tratamiento de profilaxis tan pronto como sea posible. Preferentemente durante las primeras 24 horas (y como máximo a las 72 horas)tras el contacto con la sangre, las secreciones genitales o los fluidos corporales de una persona con VIH o perteneciente a un grupo de riesgo al VIH, ya que así aumentan las probabilidades de éxito del tratamiento.  En estas directrices no se recomienda la administración de la PPE si la posible exposición a la infección ha tenido lugar más de 72 horas antes,  aun así, esta decisión se dejaría al juicio del médico si éste/a considera que la exposición representa un riesgo grave de transmisión  y que la administración de la PPE puede resultar beneficiosa.

Se considera que hay riesgo real y que, por tanto, se recomienda administrar PPE si se han tenido relaciones sexuales anales receptivas o intercambio de jeringuillas con una persona VIH positiva conocida o perteneciente a un grupo de riesgo para el VIH. Otras circunstancias en las que se recomienda administrar PPE es en casos de agresiones sexuales o casos en los que existen sangrados, ulceras en los genitales o la boca o la presencia de otras ITS. Estas directrices consideran que el tratamiento también debe ser considerado en el caso de relaciones sexuales vaginales o insertivas anales con una persona VIH-positiva conocida, así como si se ha practicado sexo oral receptivo con eyaculación o se ha recibido semen en los ojos por parte de una persona con VIH.

Si crees que has tenido una exposición al VIH en una relación sexual, puedes acudir a los servicios de urgencia de los centros hospitalarios para que valoren el riesgo real y en su caso, prescribirte la medicación adecuada para la profilaxis postexposición. Este tratamiento se proporciona sólo en la farmacia del hospital, por eso no lo encontrarás en las farmacias ni en los centros de atención primaria.

El tratamiento consistirá en una terapia antirretroviral corta,durante 28 días. Las directrices europeas determinan que cualquier combinación de fármacos homologados para el tratamiento de personas con VIH pueden ser utilizados como PPE, escogiendo preferentemente la combinación más simple y menos tóxica. Las combinaciones de tres fármacos serían la opción de preferencia.

Las combinaciones de estos fármacos están basadas en las recomendaciones de las guías clínicas europea y española, pero siempre tomando en cuenta cada caso de manera individualizada. Además, es importante que esta estrategia se acompañe de un servicio de counseling sobre reducción de riesgo para evitar que se repitan exposiciones de este tipo.

En España, las recomendaciones del Grupo de Estudio de SIDA (Gesida) siguen la misma línea que las recomendaciones de las autoridades europeas en cuánto a valoración inicial del riesgo de transmisión (y por tanto, de la idoneidad de tomar o no PPE), en cuánto a los criterios de evaluación del riesgo y en cuánto al tiempo de administración (preferiblemente las primeras 24 horas y máximo a las 72 horas después de la exposición). Además, sugieren que todos los hospitales deberían de disponer durante las 24 horas del día de medios para valorar, atender y dar tratamiento a las personas que hayan podido tener una exposición no ocupacional al VIH.

A considerar:

• Esta intervención estará recomendada en aquellas exposiciones en las que se establezca que hubo un riesgo apreciable de infección, en caso de agresión sexual y cuando se desconozca el estado serológico de la fuente, pero existan factores de riesgo para la infección VIH o pertenencia a un entorno susceptible de contacto con VIH.

• En caso de que el riesgo de la exposición se considere bajo, se valorará el caso antes de administrar la profilaxis. Si el riesgo se considera mínimo, no estaría recomendada la administración de esta intervención.

• La profilaxis puede constituir un recurso muy útil en el caso de que se produzca un accidente en las relaciones sexuales a pesar de todas las precauciones. Sin embargo, la PEP no debería sustituir en ningún caso a las prácticas de prevención.

• No es buena idea tomar, sin más, la medicación frente al VIH de otra persona, ya que existen fármacos antirretrovirales que no están recomendados para su uso como profilaxis postexposición.

• Al recibir la PPE, se realiza una prueba rápida del VIH para descartar la existencia de una infección previa antes de empezar a tomar la profilaxis, ya que se realizaría una tanda corta de tratamiento y se interrumpiría a los 28 días, algo que está desaconsejado y puede ser perjudicial.

• Debe hacerse un seguimiento mediante pruebas del VIH para descartar que se haya producido la infección.

¿Quieres saber más?

Fuente:Grupo de Estudio del Sida (GeSIDA) y Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA). Documento informativo sobre la infección por el VIH. 2017.

Grupo de Estudio del Sida (GeSIDA).Documento de consenso sobre profilaxis postexposición ocupacional y no ocupacional en relación con el VIH, VHB y VHC en adultos y niños. Actualización de marzo 2015.

Aidsmap (Entidad certificada por The Information Standard, perteneciente al Servicio Nacional de Salud Británico [NHS]).

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