Mitos y realidades

Existen muchas ideas equivocadas en torno al VIH y el sida. No todo lo que escuchas sobre el VIH y el sida es cierto. Este apartado te ayudará a diferenciar los mitos de la realidad.

El tratamiento antirretroviral tiene unos efectos secundarios terribles.

Pérdida de cabello, exantema cutáneo, problemas de piel, alteraciones del sueño, pérdida de grasa, acumulación de grasa, anemia, piedras en los riñones, diarrea… Son algunos de los efectos secundarios que se habían asociado a antiguos tratamientos antirretrovirales.

Los fármacos antirretrovirales actuales tienen menos efectos secundarios y de menor gravedad que los que se producían previamente con los anteriores medicamentos anti-VIH.

La mayor parte de los efectos secundarios se deben a que el organismo se está adaptando a un nuevo fármaco y, por lo general, desaparecen tras unas pocas semanas. Los efectos secundarios graves a largo plazo son mucho menos habituales. Por lo general, si un fármaco te provoca problemas, tu médico podrá proporcionarte otro distinto.


No necesitas empezar a tomar fármacos antirretrovirales hasta que te sientas enfermo.

Es mejor empezar el tratamiento para el VIH lo antes posible

Sin tratamiento, el VIH produce daños no evidentes en el sistema inmunitario (el sistema de defensa del organismo). Parte de ese daño no puede repararse. Es mucho mejor empezar a tomar el tratamiento antes de que el sistema inmunitario esté dañado, ya que así se prevendrán enfermedades en el futuro. Todas las personas diagnosticadas por VIH deberían recibir tratamiento antirretroviral independientemente de su recuento de células CD4


Las personas con VIH pueden infectar a otras durante las actividades sociales cotidianas.

El VIH solo puede transmitirse cuando determinados fluidos corporales de una persona (por ejemplo, sangre, semen o líquido vaginal) entran en el cuerpo de otra persona.

Esto no sucede cuando abrazas o hablas con alguien o cuando empleas el mismo tenedor, taza, plato, toalla o baño que otra persona. Por tanto, no hay riesgo de transmisión del VIH en esas situaciones.


El VIH puede curarse.

A pesar de toda la investigación científica, aún no existe una cura del VIH.

El tratamiento antirretroviral puede hacer desaparecer la mayor parte del VIH en el organismo, pero el virus nunca desaparece por completo. Sigue presente en algunas partes del cuerpo, como el intestino. Si dejas de tomar fármacos antirretrovirales, el VIH comenzará a extenderse de nuevo por todo tu cuerpo.


El VIH fue creado por humanos.

El VIH está estrechamente relacionado con un virus similar encontrado en chimpancés. Ha existido en humanos desde por lo menos los años 1950.

Los científicos creen que el virus pasó a humanos cuando un cazador de chimpancés fue herido y sangre del animal entró en su torrente sanguíneo.


Las personas con VIH transmiten la infección cada vez que practican sexo.

Al igual que una mujer no se queda embarazada cada vez que practica sexo, el VIH tampoco se transmite cada vez.

Si se usa un preservativo de forma adecuada, apenas existe ningún riesgo de que el VIH se transmita. Si la persona con VIH también toma fármacos antirretrovirales, ese riesgo es totalmente nulo.


Los fármacos antirretrovirales son más dañinos que beneficiosos.

Sin fármacos antirretrovirales, la mayor parte de las personas con VIH enfermarían de forma grave, desarrollarían sida y morirían a una edad joven.

Si el tratamiento antirretroviral se toma en el momento adecuado, éste permite que las personas puedan disfrutar de una vida larga y saludable. La mayoría de los efectos secundarios desaparecen tras unas pocas semanas y no tienen consecuencias a largo plazo. Las personas que toman fármacos antirretrovirales reciben un seguimiento cuidadoso de su salud para comprobar que estén bien.


Los suplementos nutricionales y las hierbas pueden ser igual de eficaces que los fármacos antirretrovirales.

Algunos remedios herbales y suplementos pueden ser beneficiosos para tu salud general, pero no pueden evitar que el VIH infecte nuevas células y se propague.

Solo los fármacos antirretrovirales han demostrado, con pruebas científicas, ser capaces de prevenir que el VIH se propague por el organismo. Además, algunos suplementos herbales hacen que determinados fármacos antirretrovirales no funcionen de forma correcta. Por ejemplo, pueden reducir la cantidad de fármaco que llega a la sangre, haciendo que sea menos eficaz contra el VIH.  


No puedes infectarte por VIH si estás casada/o.

Desgraciadamente, millones de personas casadas o que mantienen relaciones estables y duraderas adquieren el VIH.

En ocasiones, esto sucede porque uno de los miembros de la pareja ya tenía VIH antes de conocerse. También ocurre cuando una de las personas de la pareja ha sido infiel y ha practicado relaciones sexuales sin protección.


Una empresa farmacéutica ha encontrado una cura contra el VIH, pero lo mantiene en secreto para proteger sus beneficios. 

Los científicos y compañías farmacéuticas todavía no han descubierto una cura contra el VIH.

Existen muchas empresas farmacéuticas distintas que fabrican medicamentos antirretrovirales y son muy competitivas. Si una de ellas pudiera vender una cura contra el VIH, ganaría mucho más dinero que sus competidoras. La investigación para encontrar una cura sigue en marcha.


Fuente: Aidsmap (Entidad certificada por The Information Standard, perteneciente al Servicio Nacional de Salud Británico [NHS]).

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