¿Cómo se diagnostica la infección por VIH?

El diagnóstico se realiza detectando la presencia de anticuerpos frente al VIH en el organismo. Estos se encuentran en el suero prácticamente en el 100% de las personas infectadas.

La única forma de saber si tienes o no el VIH es realizándote una prueba de detección. Recibir un diagnóstico en una fase temprana de la infección es muy importante porque permite empezar el tratamiento de forma inmediata, preservar tu salud tomando un mayor control sobre ella y evitar que el virus se pueda transmitir a otras personas.

Todas las técnicas utilizadas tienen una sensibilidad muy elevada, de un 99%. La sensibilidad es la probabilidad de que una persona infectada obtenga un resultado positivo. Además, estas pruebas tienen una elevada especificidad, de un 99%. La especificidad es la probabilidad de que una persona sin la infección obtenga un resultado negativo.

Todo resultado positivo a una prueba de detección del VIH debe ser corroborado mediante un test confirmatorio, siendo el Western blot una de las pruebas más utilizadas.

En la siguiente tabla se muestran los diferentes tipos de pruebas y el marcador inmunológico o virológico que detectan:

Para que un resultado en la prueba de detección se considere fiable, se deberá tener en cuenta el periodo ventana de cada test. Cualquier prueba realizada durante el periodo ventana, necesitará repetirse una vez transcurrido dicho periodo para que la prueba se considere concluyente:

Los resultados de las pruebas de anticuerpos del VIH no se ven afectadas por otras circunstancias. Esto incluye infecciones, medicaciones, vacunaciones, aumento de peso, comer o beber antes de la prueba, consumir alcohol o drogas recreativas, usar colutorio

bucal o el momento del día.

Los resultados de la prueba son precisos, aunque tengas gripe o resfriado o estés tomando alguna medicación. No es necesario ayunar antes de la prueba. La comida y la bebida no afectan a los resultados. En el caso de las pruebas rápidas del VIH de fluido oral, se recomienda no comer ni beber ni utilizar productos para la higiene oral (como enjuague bucal, pasta de dientes o tiras blanqueadoras) desde los 30 minutos antes del inicio de esta prueba.

PRUEBA DE ANTICUERPOS ELISA

Los anticuerpos son parte de la respuesta del sistema inmunitario cuando entra en contacto con un agente infeccioso. Las pruebas de anticuerpos buscan la presencia de esta respuesta inmunitaria en una muestra de sangre que se analiza en un laboratorio.

Desde la aparición de la prueba ELISA de primera generación en 1985, este test ha ido ganando sensibilidad y disminuyendo el periodo ventana en las generaciones posteriores que se han ido desarrollando (por ejemplo, un periodo ventana de 22 días para el test de tercera generación).

En la actualidad, el test ELISA que se utiliza con más frecuencia es el de cuarta generación, que permite la detección simultánea de anticuerpos y antígeno p24, reduciéndose el periodo ventana a 13-15 días, es decir, se aproxima casi a la detección de ARN del VIH. Con esta prueba, la sensibilidad se incrementa hasta un 99,9%, lo que reduce la posibilidad de que el resultado sea un falso negativo.

Hay que tener en cuenta que se pueden producir falsos negativos si la prueba se realiza en las fases iniciales de la infección dentro del periodo ventana.

Los resultados a las pruebas ELISA se expresan como no reactivo (o negativo), reactivo (o preliminarmente positivo) o indeterminado. Se considera que no existe infección por VIH tras una exposición de riesgo si el resultado de la prueba ELISA de cuarta generación es negativo a las 6 semanas.

  • Negativo o ‘no reactivo’ significa que la persona no tiene el VIH.
  • Positivo o ‘reactivo’ significa que la persona tiene el VIH.
  • Indeterminado significa que el resultado no ha sido claro y hay que repetir la prueba.

Los resultados también pueden expresarse a través de un valor de referencia (por ejemplo, 0,31 o 0,64):

  • Si el número es inferior a 1,0, el resultado es no reactivo (o negativo).
  • Si el resultado es mayor que 1,0, el resultado es positivo.
  • Si el resultado es muy próximo a 1,0 (mayor a 0,90), el médico puede pedir que se repita la prueba.

El que un número por debajo de 1,0 sea más alto que otro NO equivale a una mayor probabilidad de tener el VIH.

PRUEBAS RÁPIDAS

La mayoría de los tests rápidos son pruebas basadas en técnicas ELISA. Se denominan pruebas rápidas porque el tiempo desde la toma de la muestra hasta la obtención del resultado es menor que con otras técnicas, pudiendo obtenerse este en menos de 30 minutos.

La muestra que se analiza en las pruebas rápidas comercializadas puede ser sangre completa (extraída de un dedo) o fluido oral, dependiendo del tipo de prueba. Este tipo de pruebas se pueden realizar en lugares distintos a un centro de salud, como, por ejemplo, una ONG o una farmacia, o incluso existe la posibilidad de poder hacerlo en casa (autotest).

En la actualidad, las pruebas rápidas que se emplean pueden ser:

  • De tercera generación, aquellas capaces de detectar anticuerpos frente a los tipos 1 (VIH-1) y 2 (VIH-2) del VIH a partir de las 3 semanas desde la infección.
  • De cuarta generación, capaces de detectar, además de los anticuerpos anteriores, el antígeno p24 del VIH-1. Las técnicas serológicas de cuarta generación permiten detectar antes la infección, a las 2 o 3 semanas después de la práctica de riesgo, debido a que incluyen la detección del antígeno p24.
  • Teniendo en cuenta que el 99,97% de las personas desarrollarán anticuerpo frente al VIH a las 12 semanas, el periodo ventana establecido para las pruebas rápidas es de 12 semanas. Solo a partir de ese momento se considerará el resultado fiable.

Si una persona ha tenido una práctica de riesgo y le genera mucha ansiedad tener que esperar hasta las 12 semanas para obtener un resultado fiable, se aconseja que realice una prueba rápida –preferiblemente de cuarta generación– a las 3 o 4 semanas. Un resultado negativo en ese momento será, sin duda, una buena noticia, pero que tendrá que ser confirmado con otra prueba a la semana 12 cuyo resultado ya será concluyente.

Los posibles resultados de la prueba rápida son:

RESULTADODESCRIPCIÓN
No reactivo o negativoNo se detectan anticuerpos en la muestra empleando pruebas de tercera generación, ni anticuerpos ni antígeno p24 utilizando la de cuarta generación
Reactivo o preliminarmente positivoSe detectan anticuerpos en la muestra empleando pruebas de tercera generación, o anticuerpos y antígeno p24 utilizando la de cuarta generación. Requiere confirmación
IndeterminadoEl resultado no es concluyente. No se puede interpretar. Se debe repetir la prueba

Este tipo de pruebas tiene una sensibilidad superior al 99% y cualquier resultado positivo obliga a realizar una prueba en un laboratorio clínico para confirmar la presencia de la infección y, por tanto, el diagnóstico definitivo.

A pesar de su elevada fiabilidad, algunos resultados podrían ser incorrectos. En este sentido, la prueba podría dar como resultado:

  • Falso positivo: El resultado fue positivo, pero al realizarse la prueba de confirmación este fue negativo, es decir, la prueba rápida detectó anticuerpos (o el antígeno p24 en las pruebas de 4ª generación) cuando en realidad no los había.
  • Falso negativo: El resultado es negativo (no se detectan anticuerpos o antígeno p24) cuando en realidad el virus está presente. Esto sucede cuando la prueba se efectúa en el llamado “periodo ventana” y aún no se han formado suficientes anticuerpos frente al VIH para que puedan ser detectados por la prueba rápida.

Estas pruebas son usadas tanto en centros sanitarios y farmacias como en las ONG.

AUTOTEST

Se trata de una prueba rápida que detecta anticuerpos frente al VIH-1 y VIH-2 y se compra en farmacias sin receta médica. Es la propia persona quien se toma la muestra de sangre

e interpreta el resultado. La obtención del resultado es inmediata, generalmente en menos de 20 minutos.

El autotest tiene un periodo ventana de tres meses, lo que significa que, para que el resultado pueda ser considerado fiable, la última práctica de riesgo debe ser anterior a tres meses.

PRUEBA DE ARN DEL VIH (PCR)

La prueba PCR –siglas en inglés de Reacción en Cadena de la Polimerasa– detecta la presencia directa del material genético del VIH en la sangre. Es la prueba con el periodo ventana más corto, pudiendo detectar la presencia de ARN aproximadamente a las dos semanas de la infección, generalmente a los 10-12 días.

En general, este tipo de pruebas no se recomienda para el diagnóstico del VIH, excepto en circunstancias específicas. Su uso más habitual es determinar la carga viral en personas con el VIH y monitorizar la respuesta al tratamiento.

WESTERN BLOT

Cualquier resultado positivo a una prueba de detección del VIH necesita confirmarse a través de un Western blot. Se trata de una prueba confirmatoria altamente específica que detecta anticuerpos frente a diversos antígenos del VIH.

Fuente: Elaboración propia (gTt-VIH)

Referencias: García F, Álvarez M, Bernal C, Chueca N, Guillot V. Diagnóstico de laboratorio de la infección por el VIH, del tropismo viral y de las resistencias a los antirretrovirales. Enferm Infecc Microbiol Clin. 2011; 29(4):297–307. doi:10.1016/j.eimc.2010.12.006.

Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Plan Nacional sobre el Sida. Guía de

recomendaciones para el diagnóstico precoz de VIH en el ámbito sanitario, 2014.

Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Plan Nacional sobre el Sida. Guía para la realización de pruebas rápidas del VIH en entornos comunitarios, 2019.

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