Estos cambios de la estructura ósea suelen solaparse con la lipodistrofia y pueden estar relacionados con esos cambios metabólicos y la forma en que el cuerpo procesa el azúcar y la grasa. En personas sin VIH, el uso de corticosteroides (como prednisona) y un alto consumo de alcohol está relacionado con mayor riesgo de problemas óseos.
Otros factores de riesgo de osteoporosis incluyen la raza caucásica/asiática, bajo peso corporal, consumo de cigarrillos, falta de actividad física, antecedentes familiares de osteoporosis y menopausia precoz.
Los huesos son una estructura viva, el 10% de la cual muere de forma natural cada año para ser reemplazada por nuevas células. Si el hueso no es reemplazado con suficiente rapidez o en suficiente cantidad, empezará a hacerse más delgado y frágil.
La osteopenia es muy habitual en personas mayores y varios estudios ha mostrado una alta incidencia (entre el 20 y el 40%) en personas con lipodistrofia.
La osteoporosis es una progresión más grave de la osteopenia y puede ser diagnosticada mediante un escáner DEXA. A diferencia de la osteopenia, la osteoporosis puede ser causa de fracturas y dolor (con frecuencia de columna en los hombres y de cadera en las mujeres) aunque aún no es muy conocido en el contexto del VIH.
Osteonecrosis y necrosis avascular (NAV)
Cuando se da osteonecrosis y NAV, el hueso tiene un suministro de sangre inadecuado y como resultado los tejidos óseos mueren. Es mucho menos habitual y suele afectar a la cadera, el hombro o las rodillas, y exige cirugía de reposición (prótesis).
Es muy común que el uso de corticosteroides sea un factor que contribuya al desarrollo de NAV.
Un diagnóstico precoz de NAV supone una gran diferencia respecto al éxito del tratamiento y a la calidad de vida. Si tienes dolor en las mencionadas articulaciones, pide al/la médico/a que te derive a un/a especialista y que te hagan un escáner IRM (Imagen por Resonancia Magnética) para realizar el diagnóstico.
Protección de los huesos
Las medidas de tratamiento y prevención son similares, independientemente de que tengas VIH o no, aunque es importante un seguimiento estrecho en las personas con VIH.
Moderar el consumo de tabaco y alcohol, hacer ejercicio e incluir suficiente calcio en la dieta, proteínas, vitamina D y pasar algún tiempo al sol, debería servir de protección contra la pérdida de densidad mineral ósea.
Entre los nutrientes formadores de hueso se incluyen el calcio y la vitamina D3 (colecalciferol). En caso de deficiencia puede ser corregida aumentando la ingesta mediante la dieta o tomando suplementos.
Las recomendaciones para la protección de los huesos son de 500- 1000mg diarios de calcio para adultos. La dosis de vitamina D3 para la osteoporosis es, probablemente, de 400-800 UI/día. Es importante que estos nutrientes sean prescritos por tu médico/a y a veces requieren una especial monitorización y dosificación.
También se ha sugerido la existencia de una relación entre la lesión ósea y la toxicidad mitocondrial, así como una relación con altos niveles de ácido láctico. En tal caso, los tratamientos antirretrovirales relacionados con estos cambios podrían ser los nucleósidos y ésa sería la razón de utilizar nutrientes protectores de la mitocondria como las vitaminas C y E, la L-carnitina y la coenzima Q.
Otros posibles tratamientos para mejorar la densidad mineral ósea de las personas con problemas óseos diagnosticados incluyen los bifosfonatos como el alendronato y las estatinas reductoras de lípidos (aunque los estudios que mostraron estos beneficios no se realizaron con personas con VIH).
Referencia: A guide to avoiding & managing side effects de la asociación británica i-Base.
Suscríbete a los boletines
Utiliza este formulario para suscribirte en los diferentes boletines. Si tienes cualquier problema ponte en contacto con nosotros.
Al continuar, confirmas que has leído el aviso legal y aceptas la política de privacidad.