¿Qué es la hepatitis C?
Es una enfermedad hepática provocada por el virus de la hepatitis C (VHC). Este virus se encuentra, principalmente, en la sangre y en las células del hígado, donde puede provocar daños.
El VHC puede provocar inflamación del hígado y formación de cicatrices en su tejido (lo que se conoce como fibrosis o, cuando es más grave, cirrosis). Esto puede reducir la capacidad del hígado para realizar funciones esenciales. El daño hepático provocado por el VHC en general requiere muchos años para aparecer.
¿Cómo adquirí el VHC?
El VHC se puede adquirir si la sangre de una persona infectada por este virus entra en contacto con la tuya.
Entre los factores de riesgo más habituales para que esto suceda cabe mencionar:
- Inyectarse drogas con material compartido sin esterilizar (incluyendo cucharas, filtros) y, posiblemente, esnifar drogas con canutos o billetes compartidos.
- La realización de tatuajes o piercings con tinta o agujas no esterilizadas.
- La recepción de una transfusión sanguínea en el Reino Unido, antes de 1992, o de productos sanguíneos en el mismo país antes de 1985.
- Trabajadores/as del ámbito sanitario que, accidentalmente, se pinchan con una aguja.
- Practicar sexo sin protección con alguien que tenga VHC (Ver más).
Al igual que en el caso del VIH, saber que tienes VHC puede ayudarte a prevenir que transmitas el virus a otras personas o que te infectes con otra cepa del mismo virus.
Sin embargo, muchas personas nunca sabrán cómo adquirieron el VHC, especialmente si han tenido hepatitis C durante muchos años.
¿Qué gravedad tiene el VHC?
A diferencia del VIH, el VHC puede curarse. Si esto sucede, bien de forma natural gracias a tu sistema inmunológico, bien por el empleo de tratamiento, el VHC podría no tener ningún efecto grave sobre tu salud a largo plazo.
Más del 45% de las personas sin VIH y hasta el 20% de las personas con este virus aclaran el VHC sin tratamiento en los primeros meses de la infección.
La hepatitis C crónica hace referencia a una infección por VHC que no ha sido aclarada en los primeros meses. Esto puede dar lugar a una amplia variedad de resultados.
Algunas personas nunca desarrollarán un daño hepático significativo, otras sufrirán una leve cicatrización del tejido del hígado y entre el 20 y el 30% desarrollará cirrosis.
En un porcentaje aún menor de personas, el VHC puede provocar cáncer y fallo hepático (que hace necesario un trasplante). Por lo general, esto sólo sucede tras varios años.
Dado que el VHC en general progresa muy lentamente, suele haber bastante tiempo para decidir el enfoque del tratamiento.
El VHC progresa con mayor rapidez en personas que también tienen VIH y el tratamiento es menos eficaz en comparación con aquéllas que sólo tienen VHC.
¿El VHC hará que mi VIH empeore o sea más difícil de tratar?
En líneas generales, la coinfección por VIH y VHC complica ambas enfermedades.
El VIH provoca que el VHC progrese con más rapidez, aunque no sabemos cómo.
Asimismo, no está claro si el VHC tiene un efecto sobre el VIH. Algunos estudios revelaron que las personas con ambas infecciones no tuvieron una respuesta al tratamiento del VIH tan buena en lo referente al recuento de CD4. Sin embargo, hay otros factores (como estar consumiendo drogas en ese momento, poco acceso a la atención sanitaria, falta de hogar y mala nutrición) que complican la respuesta a esta pregunta.
Existen algunas interacciones entre los fármacos utilizados para tratar el VHC y el VIH que deberías evitar con precaución. Por fortuna, aunque las tasas de respuesta al tratamiento varían, la mayoría de las personas que viven con la coinfección puede ser tratada de ambos virus.
Las personas coinfectadas corren un mayor riesgo de sufrir daño hepático por los fármacos del VIH. Sin embargo, los beneficios que supone el tratamiento de este virus por lo general superan los riesgos adicionales de sufrir efectos secundarios relacionados con el hígado. Esto se debe a que un sistema inmunológico más fuerte retrasa el daño que el VHC provoca en el hígado.
¿Qué es lo primero que debo hacer tras un diagnóstico de VHC?
Lo primero es darte tiempo para asimilar la noticia. Esto puede llevar varios días o semanas, o incluso más tiempo.
Es importante aceptar el nuevo diagnóstico antes de poder tomar decisiones racionales sobre qué hacer a continuación. Habitualmente, esto implica conseguir más información, motivo por el cual hemos realizado esta guía.
Puedes obtener información de tu médico, personas conocidas y grupos de apoyo y a través de otras fuentes como Internet.
Respecto al VIH, has de saber que si tienes VHC puede afectar:
- A tu propia salud. Esto implicará información sobre seguimiento, tratamiento y cosas que considerar en tu día a día.
- A la salud de tus parejas sexuales y de las personas con las que compartes drogas. Esto incluirá información sobre transmisión y cómo minimizar el riesgo de transmitir cualquiera de los dos virus a otras personas.
Esta guía trata ambos aspectos e incluye una lista de otros recursos para más información.
¿A quién debería contárselo?
Cuando te dan por primera vez un diagnóstico de VHC, sólo tú y los profesionales sanitarios lo sabéis. Puede ser útil poder hablar del tema con un amigo, pareja o familiar en quien confíes, de modo que no tengas que enfrentarte a esto en solitario. A quien se lo digas después, depende de ti.
Tu médico/a sólo puede informar a otros/as trabajadores/as sanitarios/as implicados/as directamente en tu cuidado. Puedes tomarte tiempo para decidir a quién más quieres contarlo.
Recién diagnosticado de VHC
Si has vivido con VIH durante un tiempo y has recibido recientemente un diagnóstico de VHC, la conmoción de saber que tienes una segunda infección grave es dura. Parte de la fortaleza que desarrollaste cuando te diagnosticaron de VIH te ayudará ahora.
Es importante contar con un médico que conozca y se encargue tanto del VIH como del VHC.
Recientemente diagnosticado de VIH y VHC a la vez
Si has sido diagnosticado simultáneamente de VIH y VHC, el golpe es doble.
Si ambas infecciones fueron recientes, quizá estés más afectado por el diagnóstico de VIH y deberías hacer uso de alguno de los servicios específicos disponibles de apoyo para este virus.
Es importante recordar que tanto el VIH como el VHC son tratables en la mayoría de los pacientes, incluyendo la mayoría de las personas con VIH.
Es importante destacar que, probablemente, la investigación sobre el VIH y el VHC conduzca a la obtención de nuevos fármacos para ambos virus que puedan ser más eficaces y fáciles de tolerar.
¿Corren riesgo las personas que me rodean?
Las personas que te rodean no corren riesgo de adquirir el VHC por las actividades cotidianas, a menos que entren en contacto con tu sangre. En la práctica, esto implica simplemente tener cuidado de no compartir nada que pueda contener trazas de sangre, como cepillos de dientes, cuchillas, cortaúñas o limas.
A diferencia del VIH, el VHC puede vivir fuera del organismo durante días o semanas y es infeccioso incluso después de que la sangre se haya secado.
¿Se puede transmitir el VHC con el sexo?
El riesgo de transmisión sexual es por lo general muy bajo en el caso de heterosexuales. Sin embargo, un aumento reciente de la transmisión sexual entre hombres gay complica esta cuestión. La transmisión sexual en hombres gay se había registrado, principalmente, entre hombres con VIH.
¿Puedes adquirir otro tipo de VHC o VIH?
Tener un tipo de VHC no te protege frente a la infección por otro tipo distinto del mismo virus (véase la información sobre el genotipo del VHC).
Haber aclarado el VHC y no estar ya infectado no significa que estés protegido frente a una futura infección por el mismo virus (reinfección).
La reinfección por una cepa distinta del VIH es más controvertida. Realmente sucede, pero es menos habitual y en general sólo tiene implicaciones graves cuando el nuevo virus es resistente al tratamiento del VIH. No obstante, se han registrado casos y el tema es objeto de más investigación.
¿Qué ocurre con otros tipos de hepatitis?
La palabra hepatitis simplemente significa “inflamación del hígado”. Otras infecciones virales, el consumo excesivo de alcohol, vapores químicos o algunas medicaciones pueden provocar también esta enfermedad.
Existen varios tipos distintos de virus de la hepatitis, nombrados con las letras del alfabeto en el orden en que se descubrieron. Antes de que fuera descubierta en 1989, la hepatitis C era conocida como “hepatitis no-A no-B”.
Fuentes: HIV-iBase (Entidad certificada por HONcode) y Treatment Action Group (TAG).
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