Tengo dos hermosos hijos que gracias a Dios están sanitos, pero la madre de mis hijos me abandonó al poco tiempo de enterarse. Ella se hizo la prueba y le salió negativa. Me dejó, quizás por miedo a infectarse.
En mi familia, las únicas personas que lo saben son mi hermana y mi cuñado. Ellos han sido mi mayor apoyo. Mi hermana me llevó al hospital y me metí en el programa y estoy tomando el tratamiento.
De salud me siento bien, pero siempre tengo ese chip en mi mente, de que nunca más voy a formalizar otro hogar, que ninguna otra mujer va a querer estar conmigo en estas condiciones. Y también soy de los que no les gustaría hacerle daño a nadie. Basta con lo que ya llevo por dentro.