Estoy infectado por el VIH desde el año 2007 y solo diré que no me siento orgulloso ni avergonzado de tenerlo. La vida no ha sido fácil pero estoy en pie y tengo el apoyo de mi familia y mis amigos.
Aprendí a aceptar mi condición y a pesar que estuve en estado sida hoy en día me encuentro indetectable y, más aún, soy un asesor voluntario. Por eso me gusta mucho informarme del tema para poder llegar a jóvenes y adolescentes y decirles que solo es una enfermedad crítica.
Pasé por etapas duras. Lo que más pena me da es que mi país no quiere invertir en pacientes con el VIH y darles una mejor calidad de vida. Yo trato de enseñar que primero hay que quererse y valorarse y tratar de educar a las personas que no saben de este tema.
Mi historia es mucho más larga, pero no los quiero aburrir. Solo quiero dar las gracias por estar con vida, con dios, con mi familia y amigos y darme la gracia de poder ayudar a otras personas.