Admito que por épocas he sido promiscuo pero siempre, siempre me cuidaba. Hasta que un día, después de semana santa conocí a alguien con el que venía hablando meses antes.
Me vi con él y practicamos sexo oral, demasiado sexo oral, hasta que me dijo que me quería penetrar. Intentó penetrarme sin protección y yo le pregunté: “¿Estás seguro?”, y contestó: “hay mucho riesgo” obviamente no le dejé hacer nada.
Acabamos todo y me di cuenta de que tenía lastimado el labio… también vi que en su closet se encontraba lleno de omega 3.
Después de eso he venido enfermo, con las defensas muy bajas. Alguien me contó que la persona con la que estuve tenía VIH.
Me encuentro muy asustado, no sé qué decirle a mis padres, qué va pasar con mi vida, con mis estudios… Sé que podría entrar en depresión.
Tengo que esperar hasta finales de julio para hacerme la prueba ELISA. Sin embargo, siento que no puedo esperar más porque los síntomas que he tenido nunca me habían dado. Y todos se relacionan con los del VIH.