Todo iba bien hasta que él empezó a sufrir de algunos malestares abdominales. Por tal motivo tuvo que asistir al médico y se realizó una serie de exámenes donde descubrió que tenía VIH.
Este proceso lo vivió solo, ya que no me comentó nada al respecto, aunque yo sabía que algo pasaba. Un día, luego de haber enterrado a un amigo por sida, me comentó que desde le habían diagnosticado VIH hacía un mes. Mi mundo se derrumbó en ese momento. Toqué fondo con el sufrimiento y el dolor que sentí, ya que habíamos mantenido sexo sin protección y ambos fieles a la relación.
Él ya había empezado sus consultas y el médico le había comentado que por los resultados de las pruebas, su infección se había producido hacía 2 años o más. Siempre estuve seguro de que yo no había generado su infección. No he sido promiscuo y siempre he sido cauteloso. De hecho mi primer novio formal ha sido él.
Tuve que realizarme un PCR y tardaron 15 días hábiles mis resultados. La agonía y la incertidumbre fueron mi compañía en esa etapa. Recibí el diagnóstico de VIH hace unos meses.
Con una carga viral baja y CD4 promedios a lo normal debido al proceso depresivo que viví. Gracias a Dios que me dio la fortaleza para seguir. Hoy somos una pareja con una condición y con la certeza de que viviremos lo nuestro por muchísimos años más.
Somos más conscientes de nuestros actos. Trabajamos la medicina holística y con ganas de comernos al mundo. Tú decides si vivir o morir. Nosotros decidimos vivir.
La clave para mí ha sido tener sentido de gratitud aferrado a la fe para lograr mi misión de vida. Ánimo.