Un estudio presentado en la Semana de las Enfermedades Infecciosas (IDWeek 2025), en San Diego (EE UU), ha mostrado que la vacuna contra el herpes zóster —también conocido como culebrilla— no solo evita esta enfermedad dolorosa. También puede disminuir el riesgo de demencia, eventos cardiovasculares graves y muerte prematura en personas adultas de 50 años o más.
¿Qué es el herpes zóster?
Es una infección causada por el virus varicela-zóster, el mismo que provoca la varicela.
Años después de haber pasado la varicela, el virus puede reactivarse y causar herpes zóster.
La enfermedad es frecuente en personas mayores o con defensas bajas, como las que viven con el VIH, y reduce notablemente la calidad de vida.
Población a la que se indica la vacuna
La vacuna se recomienda a personas adultas de 50 años o más y a mayores de 19 años con inmunidad debilitada, como quienes tienen el VIH. También se recomienda la vacunación en personas con antecedentes de herpes zóster, ya que es posible volver a padecerlo. Su eficacia supera el 90 % para prevenir la enfermedad y el dolor posterior.
El estudio
Investigadores de la Universidad Case Western Reserve analizaron datos de más de 174.000 adultos de 107 sistemas sanitarios de EE UU. Seleccionaron 38.092 personas que habían tenido herpes zóster (edad media 69 años; 65% mujeres). El seguimiento duró entre tres meses y siete años tras la vacunación.
El grupo vacunado se comparó con personas similares no vacunadas y con quienes recibieron la vacuna neumocócica. Se tuvieron en cuenta edad, sexo, enfermedades previas y otros factores médicos.
Principales resultados
Las personas vacunadas contra el herpes zóster mostraron:
- 50 % menos riesgo de demencia vascular.
- 27 % menos riesgo de coágulos sanguíneos.
- 25 % menos riesgo de infarto o ictus.
- 21 % menos riesgo de muerte prematura.
¿Por qué protege tanto?
El virus puede permanecer dormido tras una varicela y reactivarse con los años.
Cada reactivación produce inflamación general que afecta al cerebro y al corazón.
La vacuna evita esas reactivaciones y, por tanto, reduce la inflamación y sus consecuencias.
Relevancia para la salud pública
El hallazgo refuerza la importancia de vacunar a las personas mayores, no solo para prevenir infecciones, sino también para disminuir riesgos de demencia y enfermedades cardiovasculares. En un contexto de población envejecida, esta estrategia podría tener grandes beneficios preventivos para la salud.
Fuente: POZ / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Dehghani A, et al. Shingles Vaccine Lowers Risk of Dementia and Major Cardiovascular Events. Abstract 218. Presented at: IDWeek 2025; Oct. 19-22, 2025; Atlanta.
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