Un estudio realizado en Estados Unidos ha mostrado que los productos de cannabis con altas concentraciones de delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) —el principal compuesto psicoactivo de la marihuana— se asocian con un mayor riesgo de psicosis, esquizofrenia y trastorno por consumo de cannabis (CUD, por sus siglas en inglés). En cambio, los beneficios terapéuticos de estos productos en problemas como depresión o ansiedad resultaron poco consistentes y con evidencias mixtas. Los resultados se han publicado en la revista Annals of Internal Medicine.
Mercado legal del cannabis en EE UU
En los últimos años, el mercado legal de cannabis recreativo y medicinal en EE UU ha crecido de forma acelerada. Uno de los cambios más importantes es la aparición de productos con concentraciones muy altas de THC. La flor de cannabis (cogollo) pasó de tener un 2-4% de THC en los años sesenta y ochenta a un promedio actual del 20% o más en los estados donde es legal. En los dispositivos de vapeo, las concentraciones pueden llegar hasta un 70-90%.
California fue el primer estado en legalizar el cannabis medicinal en 1996.
A comienzos de 2025, 39 estados y el Distrito de Columbia lo habían legalizado con fines médicos y 24 estados, además, para uso recreativo. Ante este panorama, el gobierno de Colorado pidió una revisión sobre los efectos de la marihuana de alta potencia y de los concentrados de THC.
Revisión sistemática
Un equipo de la Escuela de Salud Pública de Colorado revisó 99 estudios con 221.097 participantes. El objetivo fue analizar la relación entre los productos de cannabis de alta concentración —más de 5 mg o superior al 10% de THC por dosis, así como los concentrados conocidos como shatter o dab— y los problemas de salud mental.
El 42% de los trabajos fueron ensayos clínicos, el 47% estudios observacionales y el 11% de otro tipo. Los estudios se realizaron entre 1977 y 2023 en 15 países. La mayoría de los participantes tenía entre 18 y 59 años. Sólo un 6% eran adultos de 60 años o más y un 4% adolescentes. En un tercio de los estudios se informó de la raza o etnia de los participantes, siendo la mayoría personas blancas.
Entre los estudios que no analizaban efectos terapéuticos, el 70% detectó asociación con psicosis o esquizofrenia. El 75% encontró relación con el trastorno por consumo de cannabis.
La ansiedad empeoró en un 53% de los estudios y la depresión en un 41%, con cifras más altas entre personas sanas.
Estos hallazgos coinciden con revisiones anteriores y refuerzan la conclusión de que las concentraciones elevadas de THC aumentan el riesgo de efectos adversos, sobre todo psicosis, esquizofrenia y trastorno por consumo de cannabis.
En los estudios que evaluaron usos terapéuticos —por ejemplo, en síntomas de cáncer— los resultados fueron mixtos. Casi la mitad identificó beneficios para la ansiedad y la depresión (47% y 48%). Sin embargo, un 24% y un 30% halló efectos negativos.
En conjunto, los niveles altos de THC frente a niveles bajos o ausencia de consumo se relacionaron con:
- Psicosis y esquizofrenia: 58% desfavorables vs. 11% favorables.
- Ansiedad: 41% vs. 28%.
- Depresión: 36% vs. 31%.
- Trastorno por consumo de cannabis: 75% vs. 8%.
- Otros trastornos por consumo de sustancias: 75% vs. 25%.
Limitaciones y sesgos
El 95% de los estudios presentó riesgo moderado o alto de sesgo, lo que supone baja calidad y posibles resultados erróneos.
Sólo un 2% de los estudios sobre THC y depresión, y un 14% sobre esquizofrenia y psicosis, tenían bajo riesgo de sesgo.
En la mayoría de estos, los efectos fueron nulos o negativos para los productos de alta potencia.
La literatura disponible no ha resuelto preguntas clave, como qué pacientes podrían beneficiarse de una reducción de ansiedad con THC.
Tampoco se identificaron umbrales claros de concentración a partir de los cuales aumenta el riesgo.
En muchos estudios no se definió bien qué productos usaban los participantes, ni la dosis ni la frecuencia.
Un editorial acompañante advirtió que los efectos de dosis altas en personas sanas son especialmente preocupantes.
Aunque algunos estudios señalaron beneficios para ansiedad y depresión, sobre todo en personas con cáncer o enfermedades neurológicas, la mayoría encontró asociaciones negativas en población sin patologías previas.
En la consulta médica
Los investigadores concluyen que se necesita más investigación sólida y específica sobre productos con altas concentraciones de THC, incluidos los vaporizadores.
Mientras tanto, recomiendan que médicos y profesionales de la salud informen a sus pacientes de los posibles daños y adviertan que estos productos no son tan seguros como los derivados tradicionales de la planta.
Fuente: Elaboración propia (gTt).
Referencia: Rittiphairoj T, et al “High-concentration Delta-9-tetrahydrocannabinol cannabis products and mental health outcomes: a systematic review” Ann Intern Med 2025; https://doi.org/10.7326/ANNALS-24-03819
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