La terapia antirretroviral de acción prolongada con cabotegravir y rilpivirina inyectable cada dos meses representa uno de los avances más relevantes en la atención del VIH de los últimos años. Permite sustituir la toma diaria de pastillas por una administración periódica, lo que puede facilitar la adherencia, reducir el estigma y mejorar la calidad de vida.
Una innovación que no debe quedarse en el hospital
Sin embargo, en la mayoría de países —incluida España— estas inyecciones solo pueden aplicarse en hospitales o clínicas especializadas. Este modelo limita el acceso para quienes viven lejos de estos centros o tienen dificultades para desplazarse.
Para explorar cómo descentralizar este servicio, se desarrolló el estudio HOLA (Long-Acting HIV Outpatient and Community Administration Study), publicado en AIDS and Behavior. El objetivo fue analizar qué se necesita para ofrecer esta terapia en entornos comunitarios, como centros de salud primaria, farmacias o clínicas locales.
Un enfoque participativo para identificar barreras y oportunidades
La investigación incluyó entrevistas y grupos de discusión con profesionales sanitarios, gestores de programas, representantes comunitarios y personas con el VIH interesadas en recibir el tratamiento.
El propósito era detectar los requisitos logísticos, regulatorios y humanos que permitan que la administración fuera del hospital sea segura, eficaz y aceptada tanto por pacientes como por personal sanitario.
Cinco pilares para una implementación viable
El análisis identificó cinco factores clave que deben cumplirse antes de iniciar la descentralización:
- Infraestructura adecuada. Espacios físicos para preparar y aplicar las inyecciones, sistemas de cadena de frío y almacenamiento seguro de la medicación.
- Recursos humanos y formación. Personal entrenado en la técnica de inyección, manejo de efectos adversos y confidencialidad. Roles y protocolos claros.
- Gestión y seguimiento de citas. Sistemas de recordatorio y control para garantizar que las inyecciones se administren en las fechas recomendadas. Así se evitan retrasos que puedan comprometer la eficacia.
- Clima organizativo favorable. Liderazgo que respalde la innovación y actitudes positivas del personal hacia el cambio.
- Experiencia y confianza del paciente. Cercanía y facilidad de acceso sin perder la privacidad, especialmente en comunidades pequeñas donde el anonimato es limitado.
Ventajas y riesgos percibidos por la comunidad
Las personas con el VIH consultadas valoraron de forma muy positiva la posibilidad de recibir la medicación cerca de su residencia.
Esto les permitiría ahorrar tiempo y costes de desplazamiento.
También destacaron que podría facilitar la continuidad del tratamiento a quienes tienen dificultades con la terapia oral diaria o viven en situación de inestabilidad.
No obstante, surgieron preocupaciones. Algunas personas temen que acudir a un centro local pueda exponer su estado serológico por falta de confidencialidad. Otras dudan de que el personal de entornos comunitarios esté adecuadamente formado para manejar esta terapia específica.
Implicaciones para la equidad en salud
El estudio concluye que descentralizar la administración de cabotegravir/rilpivirina podría ser un paso importante para reducir desigualdades en el acceso al tratamiento. Esto es especialmente relevante para personas que viven en áreas rurales, carecen de transporte o tienen horarios laborales rígidos.
Sin embargo, para que sea una realidad, será necesario:
- invertir en infraestructuras,
- desarrollar protocolos estandarizados,
- garantizar formación especializada y,
- crear un marco regulatorio que respalde la práctica en entornos comunitarios.
Un cambio que requiere voluntad política y colaboración
Los autores subrayan que cualquier iniciativa de este tipo debe diseñarse en colaboración con la comunidad y con las personas que recibirán la terapia. La participación activa de pacientes, organizaciones comunitarias y profesionales sanitarios es clave para anticipar problemas, diseñar soluciones adaptadas y asegurar la aceptación del modelo.
En un contexto global donde la innovación terapéutica avanza rápido, el reto no es solo desarrollar nuevas herramientas. El verdadero desafío es garantizar que esas innovaciones lleguen a todas las personas que las necesitan, sin importar su lugar de residencia o condición social.
Fuente: Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Hernández-Sánchez, D., Leyva-Moral, J. M., Olalla, J., Negredo, E., Implementation of the Non-Hospital-Based Administration of Long-Acting Cabotegravir Plus Rilpivirine in People with HIV: Qualitative Data from the HOLA Study. Viruses, 17(7), 993. https://doi.org/10.3390/v17070993
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