Un reciente informe sobre el futuro del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) plantea una profunda transformación de su modelo operativo. En medio de una drástica reducción de fondos por parte de donantes internacionales, el documento anticipa una reestructuración progresiva de la Secretaría de ONUSIDA, que culminaría en un posible cierre de esta para el año 2030.
La propuesta será debatida en breve por la Junta Coordinadora del Programa Conjunto.
Reducción progresiva de funciones y personal
El nuevo modelo, que se presenta como más ágil y flexible, entraría en vigor en enero de 2026. Entre los cambios previstos destacan una reducción del 55% del personal actual, el cierre de oficinas nacionales y la priorización de un número más limitado de actividades.
De cara a 2027, si la evolución de la pandemia del VIH y la respuesta internacional continúan en buena dirección, ONUSIDA podría avanzar hacia una fusión de funciones con sus copatrocinadores, así como un posible traspaso de responsabilidades a estructuras nacionales o regionales, como los Centros Africanos para el Control de Enfermedades (CDC-África).
En ese escenario, el director ejecutivo de ONUSIDA deberá presentar en junio de 2027 un plan de consolidación que contemple el cierre de su Secretaría en 2030, alineado con las reformas de la iniciativa ONU80. Esta hoja de ruta será objeto de revisión por parte de la Junta.
Menos recursos, más riesgos
Aunque el número de nuevas infecciones por VIH y muertes por sida ha descendido en las últimas décadas, el progreso es desigual y algunos países muestran signos de retroceso. Organizaciones y activistas temen que la caída de financiación —especialmente por parte de Estados Unidos— comprometa los avances logrados.
ONUSIDA estima que una interrupción prolongada de programas financiados por el PEPFAR (el Plan de Emergencia del Presidente de EE UU para Paliar el Sida) podría provocar hasta 6,6 millones de nuevas infecciones y 4,2 millones de muertes adicionales.
En este contexto, la Secretaría reubicará la mayor parte de sus equipos fuera de Ginebra. Solo quedarán allí 20 personas, entre ellas integrantes de la oficina ejecutiva y del equipo de movilización de recursos. La mayoría del personal se trasladará a Johannesburgo, Nairobi, Bangkok o Bonn. También se mantendrán oficinas de enlace en EE. UU. y China, aunque notablemente reducidas.
Reducción de oficinas nacionales
ONUSIDA mantendrá ocho oficinas nacionales, con entre tres y cinco personas, salvo en Etiopía, donde habrá siete empleados y se ubicará la oficina de enlace con la Unión Africana. En otros diez países, se limitará la presencia a un solo coordinador integrado en la oficina del Coordinador Residente de la ONU.
Además, once oficinas regionales —nueve de ellas en África subsahariana— darán cobertura a 29 países. Filipinas, pese al aumento de casos de VIH, será uno de los países con reducción de personal, lo que ha despertado inquietudes sobre el impacto operativo
Incertidumbres en la gobernanza
El nuevo modelo deja sin resolver algunas cuestiones clave: ¿Se mantendrán los dos puestos de dirección ejecutiva adjunta? ¿Qué copatrocinadores seguirán teniendo acceso a financiación básica? ¿Quién liderará la respuesta frente al VIH si ONUSIDA relega funciones clave?
Algunas funciones podrían pasar a otras agencias, como la OMS, aunque esta también afronta desafíos presupuestarios. Los actuales copatrocinadores han mostrado su disposición a asumir nuevas responsabilidades, pero advierten de que ello dependerá de su propia capacidad financiera y organizativa. El reparto de funciones se verá también condicionado por el desarrollo de la iniciativa ONU80.
La continuidad de la financiación es incierta. En 2025, ONUSIDA transfirió 17,8 millones de dólares a actividades de sus copatrocinadores. Si las aportaciones bajan de los 60 millones anuales, no podrán realizarse nuevas transferencias.
Después de 2027: un centro global más pequeño
Según el informe, la Secretaría seguirá evaluando su reducción e integración dentro del sistema de Naciones Unidas. A largo plazo, podría reconvertirse en un pequeño centro mundial para promover el liderazgo político en la respuesta al VIH, alojado dentro de otro organismo multilateral, como la Oficina de Coordinación del Desarrollo de la ONU.
Reacciones encontradas
La posibilidad de cerrar la Secretaría de ONUSIDA en 2030 ha generado posiciones divergentes.
Algunos consideran que la reorganización es inevitable dada la crisis financiera, aunque reconocen que el traslado de personal y las reestructuraciones supondrán un coste inicial elevado. Otros sostienen que esos costes se compensarán con una estructura más reducida.
Desde la Asociación de Personal de ONUSIDA se ha expresado preocupación. Un portavoz lamentó que “este modelo ponga fin a una experiencia histórica de éxito colectivo justo antes de cruzar la línea de meta”, y recordó que ONUSIDA sigue siendo crucial ante la caída del financiamiento internacional y el retroceso de los derechos en numerosos contextos.
Fuente: DEVEX / Elaboración propia (gTt).
Referencia: UNAIDS. Report on the recommendations for revisions to the joint programme operating model. 24–26 June 2025 | Geneva, Switzerland. UNAIDS Programme Coordinating Board Issue date: 20 June 2025. Agenda item 6. UNAIDS/PCB (56)/25.15.rev2 www.unaids.org/sites/default/files/2025-06/PCB56_Revised_Operating_Model_rev2.pdf
Suscríbete a los boletines
Utiliza este formulario para suscribirte en los diferentes boletines. Si tienes cualquier problema ponte en contacto con nosotros.
Al continuar, confirmas que has leído el aviso legal y aceptas la política de privacidad.