Creo que, como muchos, me siento devastado. Hace aproximadamente un mes me hice una prueba ELISA [prueba de cribado del VIH] porque sospeché que podía estar infectado por el VIH. Había tenido algunos síntomas. El caso es que esa prueba salió reactiva.
Me derrumbé, no sabía qué hacer, no quería regresar a mi pueblo, quería ir lejos, muy lejos. Me instaron a hacerme una prueba confirmatoria, pero por problemas económicos no me la hice. Ha pasado el tiempo, y hoy, a tan solo unos días de entrar a una pequeña cirugía, estoy en la incertidumbre, pues en los laboratorios que me mandaron iba la prueba para VIH. Y no sé qué pasó.
De verdad, ruego a dios para que me escuche. Sé que no lo merezco. Pero no podría [lidiar con un resultado reactivo al VIH]. Mi familia vería los resultados, pues mis tías son enfermeras, y me duele en el alma que se enteraran así. Me desmoronaría y no sé qué pasaría después.
Pido a Dios que esta segunda prueba sea negativa y que la primera haya sido un falso positivo.
Me siento muy triste y decepcionado de mí mismo, estoy en la incertidumbre de lo que pueda pasar.