Según un estudio español presentado en el 67 Encuentro Anual de la Asociación Americana para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas (AASLD, en sus siglas en inglés), celebrado recientemente en la ciudad de Boston (EEUU), más del 90% de las personas coinfectadas por VIH y el virus de la hepatitis C (VHC) tratadas con antivirales de acción directa en la Comunidad de Madrid –muchas de las cuales con cirrosis hepática- habría logrado curarse de su infección hepática.
Las personas coinfectadas por VIH y VHC experimentan una progresión más rápida de la infección hepática pero –al contrario de lo que sucedía con las terapias basadas en interferón- con los nuevos antivirales de acción directa (DAA, en sus siglas en inglés) obtienen unas tasas de respuesta virológica sostenida a las 12 semanas (RVS12, sinónimo de curación). Los datos obtenidos en los ensayos clínicos –aunque suelen ser buenos indicadores- nunca tienen la validez que las del uso de los medicamentos en entornos reales, es decir, en el contexto de la práctica clínica habitual.
Es por esta razón que el doctor Juan González García, del Hospital La Paz y sus colaboradores realizaron un estudio prospectivo sobre los resultados de los DAA en personas coinfectadas por VIH y VHC atendidas en hospitales de la Comunidad de Madrid (España).
El estudio incluyó a 2.030 personas (con VIH y VHC) que iniciaron tratamiento entre noviembre de 2014 y mayo de 2016, habían completado el tratamiento y de las cuales se disponía de suficientes datos de seguimiento como para determinar si habían alcanzado RVS12.
El 80% de las personas incluidas eran hombres y la edad promedio era de 50 años. El 95% se encontraban en tratamiento antirretroviral y la mediana del recuento de CD4 era de 570 células/mm3. El genotipo más frecuente era el 1a (40% de los participantes), seguido por el genotipo 4 (22%), el genotipo 1b (16%) y el genotipo 3 (15%).
El 55% de los participantes no tenían cirrosis hepática, el 37% tenían cirrosis hepática compensada y el 7% restante tenían cirrosis hepática descompensada. El 7% del total habían experimentado manifestaciones extrahepáticas graves, quince personas habían padecido cáncer hepático, diecisiete habían recibido un trasplante hepático y 7 se encontraban en lista de espera de trasplante.
Más del 60% de los participantes no tenían experiencia previa en tratamientos contra el VHC. Un tercio de ellos recibieron ribavirina junto a los DAA. La combinación de DAA más frecuentemente administrada fue sofosbuvir/ledipasvir (Harvoni®) –prescrita al 63% de los participantes-, seguida por la combinación de sofosbuvir (Sovaldi®) y daclatasvir (Daklinza®) -15% de los participantes- y por la combinación de paritaprevir/ombitasvir/ritonavir (Viekirax®) con dasabuvir (Exviera®) –también utilizada por el 15% de los participantes-. Porcentajes más bajos de participantes recibieron únicamente Viekirax®, la combinación de sofosbuvir y simeprevir (Olysio®) o sofosbuvir y ribavirina.
Según un análisis por intención de tratar, la tasa global de RVS12 fue del 92,0%. Las tasas de curación por genotipos fueron del 92,2% en el genotipo 1a, del 93,5% en el 1b, del 91,9% en el caso del genotipo 3 y del 90,4% en el del genotipo 4.
Las tasas de RVS12 fueron del 93,7% entre personas sin cirrosis hepática, del 91,5% en aquellas con cirrosis hepática compensada y del 80,8% en aquellas con cirrosis hepática descompensada. De hecho, tener cirrosis hepática descompensada fue un factor asociado de manera estadísticamente significativa a una peor tasa de respuesta.
Otros factores asociados a una peor tasa de respuesta fueron los tratamientos sofosbuvir/simeprevir, sofosbuvir/ribavirina y simeprevir/daclatasvir.
Cinco personas (el 0,2%) sufrieron rebote virológico del VHC durante el tratamiento y el 4,4% experimentaron recidiva (rebote de la carga viral del VHC tras haber finalizado el tratamiento con ésta indetectable).
Los investigadores reportaron que no se contaba con registros genotípicos de los casos de fracaso virológico que permitieran descartar reinfecciones.
El tratamiento fue, en general, bien tolerado. La gran mayoría de los participantes completaron el tratamiento. Solo el 0,7% de las personas incluidas interrumpieron el tratamiento por efectos adversos y el 1,8% lo hicieron por otras causas. Diecinueve personas (el 0,9%) fallecieron durante el período evaluado (diecisiete de ellas tenían cirrosis hepática).
Los resultados del presente estudio muestran los excelentes resultados de los DAA en personas coinfectadas por VHC y VIH en España. El hecho de que la descompensación hepática sea uno de los factores asociados a una peor respuesta a dichos tratamientos apunta hacia la necesidad de tratar la hepatitis C antes de que esta progrese a cirrosis hepática.
Fuente: Infohep / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Gil-Martin A et al (Gonzalez-García J presenting). Real-world outcomes with new HCV antivirals in HIV/HCV-coinfected subjects: Madrid Coinfection Registry (Madrid-CoRE) findings. The 67th Meeting of the American Association for the Study of Liver Diseases: The Liver Meeting, abstract 78, Boston, 2016.
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