Las personas con el VIH, especialmente las mujeres, pueden desarrollar cáncer de pulmón a una edad más temprana y con un menor historial de consumo de tabaco que la población general. Sin embargo, las recomendaciones actuales de detección de cáncer de pulmón no contemplan estas especificidades por lo que un gran número de personas seropositivas podrían no beneficiarse de una detección y tratamiento precoces. Estos resultados fueron presentados durante una sesión de la 26 Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI 2019) celebrada recientemente en Seattle (EE UU).
El desarrollo de una terapia antirretroviral segura y efectiva ha conllevado que la mayoría de personas con el VIH puedan, hoy en día, hacerse mayores. Sin embargo, las patologías asociadas al envejecimiento son más frecuentes y aparecen antes en personas con el VIH que en la población general. Diferentes estudios han mostrado que la proporción de muertes entre las personas con el VIH relacionadas con cánceres no definitorios de sida y enfermedades cardiovasculares ha ido en aumento por lo que la prevención, la detección precoz y el tratamiento de estas patologías es esencial para mejorar la esperanza y la calidad de vida de las personas con el VIH que envejecen.
Entre los diferentes cánceres, el de pulmón representa la principal causa de muerte relacionada con el cáncer en todo el mundo y es uno de los cánceres no definitorios de sida que se producen con más frecuencia entre las personas con el VIH. Algunos factores asociados a esta elevada prevalencia entre las personas seropositivas serían una mayor propensión al tabaquismo y un mayor deterioro del sistema inmunitario, entre otros factores relacionados con la infección.
El Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de EE UU (USPSTF por sus siglas en inglés) recomienda una revisión anual a las personas de 55 a 80 años de edad con un historial de consumo de al menos 30 ‘paquetes-año’ (un paquete-año se define como fumar 20 cigarrillos al día durante un año), que todavía fuman o que han dejado de fumar en los últimos 15 años. Sin embargo, un estudio reciente demostró que la gran mayoría de los fumadores actuales y exfumadores no reciben exámenes de detección de manera regular.
Con el fin de evaluar si estos criterios permitían detectar el cáncer de pulmón en hombres y mujeres con el VIH, un equipo de investigadores de EE UU llevó a cabo el presente estudio. Para su desarrollo contaron con los datos de todas las personas con el VIH y cáncer de pulmón confirmado que tenían 40 años o más, eran fumadoras en el momento de la inclusión y pertenecían a una de las siguientes grandes cohortes observacionales: el Estudio Interagencias sobre VIH en Mujeres (WIHS, en sus siglas en inglés) y el Estudio Multicéntrico de Cohorte del Sida (MACS, en sus siglas en inglés). La población objeto de estudio fue emparejada con un grupo control formado por personas con el VIH de las mismas cohortes y con características similares , pero sin cáncer de pulmón.
En total, 44 mujeres pertenecientes a WIHS y 17 hombres incluidos en MACS fueron diagnosticados de cáncer de pulmón durante el estudio. La incidencia de cáncer de pulmón fue de 270 y 104 por cada 100.000 personas-año en mujeres y hombres, respectivamente, lo que muestra una diferencia significativa entre ambos sexos (p<0,001).
En comparación con el grupo control, las mujeres con cáncer de pulmón tuvieron una mediana del recuento de células CD4 significativamente más bajo (348 células/mm3 frente a 452 células/mm3). Sin embargo, las diferencias en la carga viral no fueron significativas. En el grupo de hombres las diferencias de carga viral y de recuento de células CD4 respecto al grupo control no fueron significativas.
Las mujeres con y sin cáncer de pulmón tenían las mismas probabilidades de ser fumadoras (61% frente a 59%) y de tener un historial de consumo de 30 paquetes-año o más (30% frente a 20%, no una diferencia significativa). Sin embargo, aquellas con cáncer de pulmón tenían casi el doble de probabilidades de haber dejado de fumar hace 15 años o menos (93% frente a 56%).
Entre los hombres, aquellos con cáncer de pulmón eran mucho más propensos a fumar y tener un historial de consumo de al menos 30 paquetes-año (71% frente a 24%) que aquellos que no tenían dicho cáncer. En ambos grupos casi todos los que lo dejaron lo habían hecho en los últimos 15 años.
Los investigadores hallaron que solo el 16% de las mujeres y el 24% de los hombres diagnosticados de cáncer de pulmón cumplían los criterios de cribado establecidos por el USPSTF.
Según el grupo de expertos, los criterios óptimos de cribado para las mujeres con el VIH serían comenzar la revisión anual a partir de los 49 años, con un historial de consumo de 16 paquetes-año o más o haber dejado de fumar en los últimos 15 años (52% de sensibilidad, 75% especificidad). En cuanto a los hombres la edad óptima sería a partir de los 43 años , con un historial de consumo de 19 paquetes-año o más o haber dejado de fumar en los últimos 15 años (82% de sensibilidad, 76% especificidad).
Los hallazgos del presente estudio ponen de manifiesto la necesidad de reducir los umbrales de edad y antecedentes de tabaquismo para identificar mejor qué personas seropositivas deberían realizar pruebas de cribado del cáncer de pulmón.
Fuente: Aidsmap/ Elaboración propia ( gTt-VIH )
Referencia: Sellers SA et al. Optimal lung cancer screening criteria among persons living with HIV. Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections, Seattle, abstract 15, 2019.
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