Según un estudio italiano cuyos resultados han sido presentados en la 13 Conferencia de la Sociedad Clínica Europea del Sida (EACS, en sus siglas en inglés), celebrada la semana pasada en Belgrado (Serbia), las mujeres con VIH tienen más probabilidades de desarrollar menopausia prematura. Con todo, el único factor pronóstico que se asoció con la aparición precoz de la menopausia en esta población de pacientes fue tener, o haber tenido, inmunodepresión avanzada.
La investigación ha proporcionado hasta la fecha datos contradictorios sobre los cambios que se producen en la menstruación y en la menopausia en la mujeres con VIH. De hecho, los estudios realizados en este campo no han podido demostrar de manera consistente que las mujeres con VIH tengan más probabilidades de sufrir irregularidades menstruales que las mujeres seronegativas por lo que muchos expertos no consideran que el diagnóstico y tratamiento de problemas menstruales deba manejarse de modo diferente en las mujeres seropositivas.
En el campo que nos ocupa, la investigación realizada hasta el momento actual tampoco ha podido mostrar de manera concluyente que la menopausia precoz se dé con mayor frecuencia en las seropositivas que en las seronegativas. Muchos de los datos proceden de estudios realizados durante los primeros años de la epidemia, cuando los pacientes solían desarrollar con más frecuencia enfermedad por VIH avanzada. Por este motivo, resulta apropiado conocer con detalle el estado de esta cuestión en la actualidad.
El estudio DIDI es un ensayo italiano que evalúa la prevalencia y los factores asociados con la menopausia precoz en mujeres con VIH. Los cambios hormonales que se producen durante la menopausia aumentan el riesgo de desarrollar ciertas comorbilidades como pérdida ósea y enfermedades cardiovasculares. Paralelamente, estas afecciones se están produciendo en tasas más elevadas en las personas con VIH, por lo que las mujeres seropositivas con menopausia precoz podrían tener un riesgo incluso más elevado.
El estudio inscribió un total de 352 mujeres con VIH procedentes de 15 hospitales italianos. Las propias participantes rellenaron de forma anónima un cuestionario con preguntas sobre su estado de salud general, salud ginecológica y salud física y mental. Los investigadores compararon los hallazgos de la encuesta y las características demográficas y clínicas de las mujeres pre-menopáusicas y post-menopaúsicas tempranas.
Las participantes eran menores de 46 años (mediana de 40 años), edad en la que normalmente la mujeres entran en la peri-menopausia (el período que precede a la menopausia) en la población general. Se definió menopausia precoz como un año entero sin períodos menstruales, no explicable por otras causas, en mujeres menores de 46 años.
Las mujeres habían sido diagnosticadas de infección por VIH desde hacía una mediana de 11 años. La mayoría estaba tomando tratamiento antirretroviral y aproximadamente un 20% tenía un diagnóstico previo de sida (de acuerdo con la clasificación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE UU [CDC, en sus siglas en inglés]). Además, un 18% tenía una historia de uso de drogas y un 17% eran inmigrantes.
Los resultados muestran que 27 mujeres (7,6%) fueron diagnosticadas de menopausia prematura. En 9 casos (5,2%), la menopausia precoz se produjo en mujeres menores de 40 años. Se observó que las mujeres con menopausia precoz tuvieron más probabilidades de haber tenido una historia de uso de drogas (25,9% frente a 17,2%), pero esta diferencia no fue estadísticamente significativa. También se pudo constatar que las mujeres con menopausia precoz habían sido diagnosticadas de VIH desde hacia un periodo de tiempo significativamente mayor (18 frente a 10 años) y tenían más probabilidades de haber tenido en el pasado un diagnóstico de sida (41,7% frente a 17,1%).
Sin embargo, el recuento nadir de células CD4 (el más bajo alcanzado) y el uso del tratamiento antirretroviral fueron similares en los dos grupos comparados: las mujeres pre-menopáusicas y las post-menopáusicas. Las mujeres con menopausia precoz obtuvieron puntuaciones más bajas en el estado de salud general, y en la salud física y mental.
En un análisis multivariable que permitió controlar por otros factores, la menopausia precoz se asoció de forma significativa con tener (o haber tenido) un diagnóstico de sida (cociente de riesgo ajustado 3,33, o aproximadamente un riesgo 3 veces mayor).
Asimismo, las mujeres que comunicaron menopausia precoz tuvieron más probabilidades de estar sometiéndose a mamografías y escáneres DEXA anuales para monitorizar la pérdida mineral ósea.
Los investigadores observaron que la prevalencia de la menopausia precoz en este análisis (7,6%) fue comparable a la prevalencia observada en un estudio realizado en la población general italiana en 2004 (7,1%). Sin embargo, según los expertos, el presente estudio ha hallado una tasa más elevada de menopausia precoz en mujeres con VIH menores de 40 años (5,2% frente a 1,8%, respectivamente).
En sus conclusiones, los investigadores señalan que un estadio avanzado de enfermedad por [VIH] representa el principal factor pronóstico de menopausia precoz en esta población de pacientes.
Fuente: Hivandhepatitis.com
Referencia: Cicconi P, Ammassari A, Anzalone E et al. Correlates of Early Menopause in HIV-infected Women (DIDI Study). 13th European AIDS Conference (EACS 2011). Belgrade, October 12-15, 2011. Abstract PS2/5.
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