El análisis llevado a cabo por los investigadores de las características demográficas y de comportamiento de los varones que nunca se sometieron a las pruebas del VIH sugiere que la educación sexual que se imparte en escuelas e institutos podría desempeñar un papel importante. Además, las intervenciones a través de internet, sobre todo las que aprovechan las redes sociales, pueden llegar a aquellos hombres que tienen una menor relación con la comunidad gay metropolitana.
Para obtener datos actualizados referentes a los varones que nunca han realizado pruebas diagnósticas del VIH o que no las han hecho de forma reciente, los investigadores incluyeron preguntas relevantes en un sondeo de alcance nacional a través de internet destinado a hombres gais australianos en el año 2008. El sondeo e-male fue promovido mediante una amplia variedad de métodos (anuncios y enlaces en sitios web relevantes, organizaciones dirigidas a hombres gais y al VIH, flyers distribuidos en locales de ocio para población masculina homosexual, anuncios en medios de comunicación gais y en las secciones de adultos o de clasificados en periódicos locales).
Un total de 3.457 hombres participaron en e-male. Sin embargo, el análisis publicado excluyó a aquellos varones que habían recibido un resultado positivo en una prueba del VIH. Además, solo se preguntó la totalidad de cuestiones relativas a dicho test a la mitad de los participantes (a la otra mitad se le hicieron preguntas sobre otros temas), por lo que los datos examinados únicamente incluyen a 1.770 participantes.
¿Cuántos hombres han realizado pruebas?
Los tests del VIH se consideran, en general, mucho más habituales entre hombres gais y bisexuales australianos que entre los de otros países, incluidos los del Reino Unido. No obstante, estos datos provienen de sondeos efectuados en eventos y puntos de encuentro de la comunidad gay. Por ejemplo, en los Sondeos Periódicos de la Comunidad Gay del año 2009, el 87% de los participantes había realizado pruebas diagnósticas alguna vez y el 60%, durante el año anterior.
Dichos sondeos tienden a infrarrepresentar a los hombres más jóvenes, a los que no se identifican como gais y a aquellos varones que viven en zonas rurales o apartadas, mientras que las encuestas por internet suelen contar con mayor número de estos hombres. De hecho, uno de cada cinco participantes en e-male se declaró heterosexual o bisexual.
En esta muestra, el 72% de los participantes se había sometido alguna vez a una prueba del VIH y el 28% no la había realizado nunca. Alrededor de la mitad de los hombres (el 48%) había hecho una prueba en los últimos 12 meses.
Para contextualizar estos datos, en el período 2001-2002, un sondeo representativo de adultos australianos había hallado que el 77% de los hombres gais y el 71% de los bisexuales habían efectuado alguna vez una prueba diagnóstica de la infección por VIH. Además, los Sondeos Periódicos de la Comunidad Gay han encontrado que las tasas de realización de dichas pruebas se mantuvieron estables durante la pasada década.
El resto del análisis tuvo en cuenta los perfiles de los hombres del estudio e-male que nunca se habían sometido a pruebas del VIH y de los que las habían hecho hacía muy poco.
Hombres que nunca habían realizado pruebas del VIH
Los hombres que nunca se habían sometido a tests diagnósticos del VIH tendieron a ser más jóvenes y con menores niveles de educación que aquellos que las habían realizado hacía más de 12 meses.
Además, también tenían menos amigos gais y acudían menos habitualmente a solicitar consejos sobre salud sexual a la comunidad gay o a organizaciones sobre VIH. Este hecho confirma hallazgos previos que sugieren que aquellos hombres más relacionados con la comunidad gay tienen una mayor probabilidad de realizar pruebas del virus de la inmunodeficiencia humana.
Los hombres que no habían realizado pruebas del VIH solicitaban consejos de salud sexual a médicos o enfermeras con una frecuencia muy inferior.
Los investigadores creen que estos hallazgos indican que la promoción de las pruebas del VIH en locales de ocio gais, en redes sociales gais y a través del personal sanitario no consigue llegar a los hombres que nunca se han sometido a dichas pruebas. Por ello, proponen la educación sexual en la escuela y el instituto como una alternativa.
Los varones que no habían hecho las pruebas del VIH tendían a pasar más tiempo usando Facebook y otras redes sociales web. Los autores hicieron notar que “internet es particularmente buena para llegar a aquellos hombres que nunca han realizado tests del VIH y que pueden encontrarse social o geográficamente distanciados de centros urbanos con actividad comunitaria gay”. Así, recomiendan que los mensajes de promoción de la salud se lancen a través de redes sociales, sobre todo aquellas que permiten a los anunciantes dirigirse a hombres y a usuarios atraídos por personas de su mismo sexo.
Los hombres que habían mantenido relaciones sexuales anales sin protección con una pareja estable masculina en los últimos seis meses fueron más propensos a haberse sometido a las pruebas. Los autores del estudio consideran que, probablemente, este hecho sea debido a que las pruebas del VIH son utilizadas para tomar decisiones relativas al uso de condones en dichas relaciones.
La población masculina que nunca se había sometido a pruebas fue más proclive a mostrarse de acuerdo con la idea de que los hombres sin VIH deberían desvelar su estado serológico antes de practicar sexo. A pesar de que un número superior de participantes esperaba esta conducta de los hombres seropositivos, no se observaron diferencias entre los que habían realizado la prueba y los que no.
Asimismo, hubo otros factores, tales como el sexo anal sin protección con parejas esporádicas o el uso de lugares de encuentro, que no se vincularon de forma significativa con haber efectuado o no las pruebas del VIH.
Hombres que realizaron recientemente pruebas del VIH
En comparación con los varones que se habían sometido a la prueba hacía más de un año, los hombres que lo hicieron en los doce meses previos fueron más propensos a presentar un mayor número de amigos gais y de haber acudido a una piscina, gimnasio o playa frecuentados por gais en el año anterior, reforzando el nexo entre las pruebas del VIH y la comunidad gay. En promedio, también tuvieron un mayor número de parejas sexuales.
Los hombres que habían realizado tests durante el año anterior fueron más jóvenes (edad media de 35 años) que aquellos que los habían hecho hacía más de un año (edad media de 39). Por otro lado, aquellos que nunca se habían sometido a las pruebas eran aún más jóvenes (edad media de 30).
Los que se habían hecho la prueba hacía poco tiempo tuvieron más probabilidades de haber solicitado consejo o información sobre salud sexual a un médico o una enfermera.
Además, esos hombres fueron más proclives a esperar que los hombres sin VIH desvelaran su estado serológico antes del sexo. También presentaron una mayor probabilidad de afirmar que sus parejas masculinas esporádicas de los últimos seis meses les contaron su estado serológico (y viceversa). Los investigadores señalaron: “Esto parece indicar que el hecho de desvelar el estado serológico es más habitual entre parejas masculinas esporádicas de Australia. Los hombres que practican sexo con hombres (HSH) que se comprometen a revelar su seroestado (o que confían en este mecanismo para establecer el riesgo de transmisión del VIH) podrían estar incrementando la frecuencia de realización de pruebas de detección del virus”.
Tras el análisis multivariable, se comprobó que no hubo otros factores que variasen entre los hombres que se habían sometido al test del VIH recientemente y los otros hombres.
Comparación con el Reino Unido
En el Sondeo sobre Sexo en Hombres Gais del Reino Unido del año 2008, el 68% de los participantes había realizado pruebas del VIH alguna vez y el 44%, durante el año anterior (estos porcentajes excluyen a hombres ya diagnosticados de VIH).
Si bien existen diferencias importantes entre las dos muestras, sigue siendo posible que las cifras de hombres que se han sometido a tests del VIH en Reino Unido y Australia no sean tan diferentes entre ellas como se suele pensar.
En el sondeo del país británico, diversos factores similares también han sido asociados con haber realizado pruebas del VIH o haberlas llevado a cabo recientemente -edad más avanzada, mayor educación y número más alto de parejas sexuales-.
Este estudio, asimismo, reveló que tanto los hombres que practican sexo con hombres como las mujeres fueron menos proclives a haberse sometido a las pruebas del VIH. Pese a que un hallazgo parecido fue observado en el estudio australiano (en el que un gran número de hombres bisexuales fueron incluidos), este no constituyó un factor significativo en el análisis multivariable -que proporciona los resultados más fiables-.
Además, en el sondeo del Reino Unido del año 2006, los hombres que nunca habían llevado a cabo pruebas del VIH fueron más propensos a esperar que los hombres con VIH desvelaran su estado serológico antes del sexo. Una vez más, este hecho se halló en el estudio australiano, pero dejó de ser relevante tras realizar el análisis multivariable.
Referencias: Holt M, et al. HIV Testing, Gay Community Involvement and Internet Use: Social and Behavioural Correlates of HIV Testing Among Australian Men Who have Sex with Men. AIDS & Behavior, online ahead of print. DOI: 10.1007/s10461-010-9872-z.
Hickson F, et al. Tactical dangers: Findings from the United Kingdom Gay Men’s Sex Survey 2008.Sigma Research, 2010.
Weatherburn P, et al. Multiple chances: findings from the United Kingdom Gay Men’s Sex Survey 2006.Sigma Research, 2008.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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