Testimonio: Mi primo Toño

Débora

¡Hola! Mi nombre es Débora. Primeramente quiero explicar el motivo por el que quiero dar testimonio de la vida de mi primo Toño.

Mi principal motivo es que lo quiero mucho, pues lejos de verlo como a un primo, siempre lo vi como un hermano: nacimos en el mismo año y compartimos muchas cosas en la infancia. Quiero explicar también que él acaba de fallecer como consecuencia del SIDA, y yo, con este testimonio, quiero darle honor y reconocimiento a lo que él fue en vida como persona. Creo que él se lo merece y deseo que su vida no sea como la de cualquier mortal que nace, vive y llega a la muerte y ya, sino que me gustaría darle perpetuidad y mantenerlo en mis recuerdos siempre, dando a conocer a muchas personas un poco de su vida.

Me he puesto el nombre de Débora por él, ya que se hacía llamar Débora del Cofre. Era homosexual, un hombre de tan sólo 29 años, de familia de mediana solvencia. Yo mejor que nadie pude saber cuánto quiso conocer a su padre, quien lo abandonó desde siempre, pero creció con su ausencia y pudo vivir con eso. Él fue siempre muy alegre, extrovertido, pachanguero y aventurero, siempre me contaba sus mega-aventuras. Fue un hombre muy simpático y abierto, y aunque no me sea fácil decirlo su muerte fue muy amarga y ha marcado para siempre mi vida. Empezó a sufrir dolores de cabeza muy intensos, que ya no lo dejaban ni trabajar.

Hace apenas unos días, se realizó la prueba Elisa y resultó positivo. La noticia, por error y por su insistencia, se la dieron por teléfono el día 6 de enero de este año. Dejó de comer, se empezó a deprimir y los efectos del SIDA comenzaron hacer su aparición aceleradamente, ulceras en la boca y en el cuerpo; pero para qué decir más: ya sabemos lo que pasa.

Fui a visitarlo al hospital dos días seguidos antes de su muerte y el hombre que yo conocí ya no estaba ahí: aunque era él, lo encontré amarrado de pies y manos, pues se había puesto muy agresivo. Su mirada estaba perdida y su alma enfurecida por el dolor. Tuve que tragarme mi sufrimiento, perdió la razón, la ilación tiempo y espacio. Al parecer me reconoció cuando lo vi y me dijo que estaba muy cansado y que lo desatara…

Hace apenas hoy, sábado 20 de enero de 2007, una semana que está muerto y todavía no lo puedo creer. Me ha dejado un hueco en el alma que no voy a cerrar hasta volverlo a ver. Su partida inesperada y terrible es como una pesadilla para mí que tardaré en superar en mucho tiempo.

Siento mucho rencor a la vida, y ya muy poco creo en el amor: he dejado de creer porque no entiendo por qué tanto en las relaciones heterosexuales como en las homosexuales o del tipo que sean, existe tal castigo por amarse. Que Dios los bendiga a tod@s, y gracias por dejar expresarme.

Por tu memoria, primo, y con todo mi corazón lo hago por ti. Te quiero de aquí a la eternidad.
 
Tu prima, ahora Débora, te quiere mil.
 

Deja un comentario

Redes sociales

¿No quieres perderte nada?
Síguenos en todas las redes

Gilead
MSD
ViiV
Gilead
Janssen
MSD
ViiV Healthcare
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Gilead
MSD