Pese a que era consciente de haber tenido una relación de alto riesgo con un militar, me realicé exámenes durante 2 años cada 4 meses y los resultados salían negativos, por ello me confié de todo.
Mi ignorancia sobre mi estado serológico real me llevó a infectar a mi novio de ahora, que tiene 19 años, y a dos chicos más por los que en su momento sentí mucho más que atracción sexual.
Lo único que me hace sentir tranquilo es la madurez con que tomaron la situación y mi responsabilidad, de igual manera su propia responsabilidad.
En este momento he desarrollado sarcoma de Kaposi en las plantas de los pies y en los brazos. Las lesiones en brazos me han causado daño en el tejido nervioso y algunos ligamentos que me dificultan la marcha.
En estos momentos realmente solo espero que las personas a las que afecté puedan continuar con sus vidas lo mejor posible y que en verdad sus familias puedan perdonarme.
Creo que la buena actitud de esta noticia por parte de las personas que afecté es el beneficio por nunca haber señalado o haber hecho menos a personas en esta situación.
La enfermedad no es peor que la desinformación existente y la marginación que el mismo personal de salud lleva a cabo con pacientes en esta situación. Muy orgullosamente digo que soy enfermero pero me da vergüenza que mis colegas presenten actitudes excluyentes.