He de reconocer que, desde que me lo detectaron y me puse en tratamiento, estoy mejor que nunca. Hace casi ya dos años que ni he aparecido por el médico. Mis defensas suelen estar en cerca de 1.000.
Lo que más maldigo de todo esto es el miedo al rechazo. Mi ex mujer renegó de mí de tal forma que, cuando se enteró, bajó en el ascensor del hospital donde estaba y todo acabó. Me quitó todo, pero lo material se recupera.
El daño que sufrí al ser tratado de esa forma, como si fuera lo peor y lo más sucio, quedó marcado en mí para siempre.
Por suerte, di con una mujer que me aceptó con todas mis consecuencias, aunque esa relación terminó.
Para mí, lo peor es que, cuando se encuentra una pareja, en principio, crees que va a ser un rollo pasajero, pero llega el momento en que te enamoras y la quieres tanto que deseas ser libre, contarle todo. Entonces, aparece en mí el fantasma del rechazo, con ese terrible dolor en mi alma y mi corazón, al pensar que esa persona se aleje por miedo. Es la peor condena pasar por estas cosas.
Sólo pido que, igual que tengo salud, sea capaz de tener una vida normal, sin este miedo.
Sé que algunos me comprenderéis perfectamente. A veces, el miedo psicológico es mucho más fuerte que cualquier otro dolor. Los otros dolores pasan. Con todo, tengo fe en que, si una persona te quiere con esta condición, es que de verdad te quiere.
Para mí, ésta es la mayor prueba de amor, pero qué duro esperar a alguien que la supere.