Testimonio: Cambiar de rumbo

Arcamar

¡Aloha! ¡Qué bien que exista un sitio donde poder expresarse y conocer a personas en situaciones similares!

¡Ah, la vida! ¡Qué bonita es y cuánto puede llegar a doler! Siempre he sabido que la vida es bonita, pero realmente lo vivo desde que sé que tengo un bichito muy pero que muy travieso y hasta malo en mi sangre, que cambió mis sueños y mis perspectivas.
 
De eso ya hace muchos años. Fue en 1984, cuando estuve en una clínica psiquiátrica para desintoxicarme y fui diagnosticada de VIH. Me lo comunico el doctor que me hizo los análisis habituales, pero sin preguntarme.
 
Supe aceptarlo inmediatamente e igual de rápido decidí que tenía que hacer algo bien bueno de y para mi vida.
 
Probablemente me infecté en invierno del año 1982/1983. Era una yonqui más en la calle. Tod@s compartíamos la jeringuilla, probablemente me infecté por esa vía o quizás en una de esas noches locas… Ese invierno pillé una neumonía que casi me mata, por eso pienso que me infecté entonces.
 
En aquellos años no nos daban grandes perspectivas de vida, por eso puse punto y seguí: vida sana. ¡Al ataque!, me dije. ¡A comerte el mundo!
 
Hice una terapia estacionaria, me dieron a elegir: o terapia o talego. Entonces lo tenía claro. Ya había visto el talego por dentro y deseaba aprovechar de otra mejor manera los pocos años que yo creía que me quedaban.
 
Deje las drogas y el alcohol sin grandes problemas, porque estaba en un lugar muy acogedor y tenía apoyándome a grandes personas. Acabé con éxito.
 
Empecé a trabajar con ganas. Me he estado desarrollando personal y profesionalmente durante todo este tiempo, por amor a la vida y por agradecimiento a esta oportunidad. Porque veía el virus como una oportunidad y como un aviso para cambiar el rumbo. A veces hasta lo agradezco. ¿Qué extraño, no?
 
He hecho lo que mi espíritu y mi cuerpo me pedían. Me he alimentado bien y he hecho moderadamente deporte. El arte, la cultura y la música siempre han sido muy importantes para mi salud y mi vida.
 
He vivido una larga relación con un hombre que no era portador, el lo sabía de mí y lo aceptó entonces…, pero ahora no voy a entrar en detalles de eso. Sólo añadir que vivo desde más de una década en celibato. Casi podría decir que he vuelto a ser virgen. Y estoy contenta. Busco otros valores y maneras de vivir el amor y dejar energías.
 
Nunca he podido hacer planes a largo plazo. Los objetivos los he tomado a corto plazo, sin pensar en el futuro lejano. Jamás hubiese pensado que sobreviviría para poder saludar al nuevo Milenio.
 
Mi organismo ha aceptado el virus durante más de 23 años asombrosamente bien. De momento, no he necesitado tratamientos. Mis recuentos de CD4 estaban la última vez que se analizaron a 240 y la carga viral a 40.000. Correcto.
 
Ya he sido avisada de que pronto podría llegar el momento de comenzar la terapia. Tengo miedo, pero lo debo afrontar.
 
Me gustaría daros ánimos. Vivir con VIH o tener SIDA no debe significar el fin del mundo, sino un nuevo comienzo. Una nueva oportunidad para emprender la vida de nuevo. Hacer lo que te siente verdaderamente bien, agradecer el amanecer y luchar por ello.

Paz y amor.

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