Eso me llevó a confiar tanto en mi pareja que, lastimosamente, me ha marcado la vida. En febrero de 2019, por una acelerada bajada de peso, me diagnosticaron reactivo [al VIH], pero lo peor fue que ya estaba en fase de Sida. Lo tomé bien, con rabia obviamente, pero bien. No quise ir a un psicólogo porque me dije que si no llego a salir de ésta tengo que dejar todo terminado: asuntos de trabajo, vida, familia y amigos.
Tras 8 meses del diagnóstico hoy mi carga viral es indetectable y todo sigue igual en mi vida. Tengo mi pareja (negativo al VIH), mis amigos, mi familia. Adopté un cachorro y tengo proyectos enormes profesionalmente. Después de que decidí dejar todas las cosas de mi vida en orden, ahora tengo muchas cosas más por la que tengo que ocuparme. Saludos.