Cuando recibí el diagnóstico no puedo negar que fue difícil digerirlo. Literalmente entras en un shock profundo, un estado de cuestionamientos y de un sin fin de sentimientos encontrados. Pero básicamente se trata de aceptarlo, de informarte al máximo, de ser responsable contigo y con los que te rodean, pero sobre todo de tener una actitud positiva frente a la vida, de seguir en la búsqueda decidida de nuestros sueños, de no dejarnos vencer simplemente por una condición.
Se trata de creer, de aprender a ser conscientes de cada momento de nuestra existencia, de entender que la felicidad no es un estado anímico pero si una decisión propia.
Gente, ánimo, sean felices, la vida es para adelante, y ya lo que fue, fue. Amen mucho, pasen bueno y recuerden que mientras haya vida siempre habrá esperanza.
Solo buena energía para ustedes.
Saludos desde Colombia