Es bastante común que las personas con el VIH tengan parejas que no tienen el virus, lo que a menudo se conoce como parejas serodiscordantes.
El sexo es una parte importante de las relaciones íntimas, pero pocas relaciones a largo plazo se basan solamente en el sexo. La parte sexual de la relación puede ir cambiando a lo largo del tiempo y su importancia puede variar entre los miembros de la pareja.
Tener el VIH probablemente afectará el modo en que tú o tu pareja veis el sexo y puede tener implicaciones en el tipo de sexo que tengáis. La presencia de cualquier enfermedad en una pareja puede afectar al sexo, pero el VIH es un caso especial al poderse transmitir por vía sexual. Es muy recomendable que tú y tu pareja habléis del tema, de cómo puede afectar a vuestra intimidad y a vuestro deseo o capacidad sexual. También es importante hablar sobre qué medidas tomar para prevenir la transmisión del VIH a la pareja seronegativa.
El tratamiento antirretroviral no sólo te permite mantener un buen estado de salud y tener una esperanza de vida prácticamente igual a las personas que no tienen el VIH, sino que además sirve de método de prevención de la transmisión. Tener una carga viral indetectable elimina el riesgo de transmitir el virus. Indetectable es igual a intransmisible.
Otro método eficaz para prevenir la transmisión del VIH es usar preservativos. Si se usan de forma correcta y constante previenen la transmisión no solo del VIH sino también de otras infecciones de transmisión sexual (ITS), e impiden los embarazos no planificados. Usar preservativos puede ser la solución para algunas parejas, pero otras prefieren no usarlos o tienen problemas para usarlos.
La mayoría de los problemas relacionados con el uso de preservativos son prácticos y fáciles de resolver. Por ejemplo, puede que los preservativos de tamaño estándar se te rompan porque son demasiado pequeños o que se te salgan porque son demasiado grandes. Puedes probar distintas tallas de condones para saber cuál es la que se te ajusta mejor. También se pueden usar condones femeninos o probar distintos tipos de lubricante para mejorar la experiencia de usar preservativos. Además, el preservativo femenino puede dar más seguridad a las mujeres de que se está usando un condón.
Sin embargo, las dificultades a la hora de usar el preservativo suelen estar más conectadas con los sentimientos sobre el VIH, confianza e intimidad, por lo que hablar de tus sentimientos con tu pareja o con un profesional sanitario o consejero puede ayudar en estas situaciones.
Si no practicáis sexo protegido (es decir, ningún método preventivo como el uso del tratamiento como prevención, PrEP y/o preservativos), es importante que ambos miembros de la pareja entendáis y aceptéis los posibles riesgos y que consideréis el impacto que puede tener en cada uno de vosotros si el miembro seronegativo acaba adquiriendo el VIH.
Muchas personas tienen dificultades para hablar de sexo, incluso con la persona más cercana a ellos. Si este es tu caso, quizás prefieras hablar de tus preocupaciones con alguien en tu clínica del VIH, tu médico de cabecera o alguien de alguna organización. Esto podría ayudarte a entenderte mejor y saber qué quieres expresarle a tu pareja.
A veces, la terapia de pareja puede ser una oportunidad para hablar con tu pareja sobre temas que os resultan complicados de tratar gracias a la ayuda de un profesional.
Fuente: Aidsmap (Entidad certificada por The Information Standard, perteneciente al Servicio Nacional de Salud Británico [NHS]).
