En este artículo encontrarás algunos consejos que pueden ayudarte a mantener un buen estado de salud emocional y mental. Hay muchas cosas que puedes hacer para cuidarte emocionalmente.
Cuídate
- Asegúrate de que comes suficiente e intenta disfrutar con la comida. Puedes comer con alguien para que te sea más ameno. Puede que alguna vez tengas que comer mientras te estás moviendo hacia algún otro sitio, pero intenta evitarlo y siéntate a comer tranquilamente. Sigue una dieta equilibrada con diferentes tipos de comida.
- Duerme lo suficiente. Esto es muy importante tanto para tu salud física como mental, ya que, no dormir suficientes horas puede desencadenar problemas emocionales y mentales. No duermas demasiado porque puede hacer que te sientas cansado y hacerte perder la motivación para hacer otras cosas.
A veces, cambiar tus hábitos diarios puede ayudarte a resolver los problemas del sueño, pero en otros casos es necesario el uso de terapia o medicación. Existen centros especializados en problemas del sueño donde se tratan problemas graves y de larga duración.
- Practica algún deporte que te guste. Hacer ejercicio de forma regular puede ayudarte a manejar el estrés y puede reducir los síntomas producidos por la ansiedad y la depresión moderada. También te ayudará a dormir mejor por las noches. Puedes practicar deporte con otras personas para que te sea más divertido y para conocer gente nueva.
- Mantente ocupado con tus hobbies y otras actividades que te gusten. Puedes intentar encontrar nuevos intereses.
- Consumir demasiado alcohol y el consumo excesivo de drogas recreativas pueden contribuir al desarrollo de problemas de salud mental y emocional, además de dañar tu salud físicamente e interferir con tu tratamiento para el VIH. Intenta reducir o evitar el consumo de estas sustancias.
- Intenta afrontar los problemas en el trabajo, con la pareja o familia, o de dinero lo antes posible. Si los evitas lo único que conseguirás será aumentar tu estrés.
- Todo el mundo necesita aceptar responsabilidades cuando se afronta un problema, pero que esto no te impida pedir ayuda si la necesitas. Pedir ayuda no es ningún signo de debilidad, sino al contrario, reconocer que necesitas ayuda demuestra fortaleza.
- Permítete algunos placeres. Centrarte todo el rato en tus problemas y preocupaciones no siempre los soluciona. A veces es necesario recuperar energías disfrutando las cosas de la vida.
Sé amable contigo mismo
- No te odies por ser quién eres.
- No te juzgues con demasiada dureza.
- Márcate metas asequibles, date premios si las consigues y no te castigues si no lo haces.
Habla con alguien
- No te guardes las preocupaciones para ti mismo.
- No te aísles de tus seres cercanos.
- Únete a actividades, conoce gente nueva.
- Prueba alguna cosa nueva.
Si nada de todo esto te ayuda a mejorar, busca ayuda de un profesional.
Fuente: Aidsmap (Entidad certificada por The Information Standard, perteneciente al Servicio Nacional de Salud Británico [NHS]).
